Brasil

Graves incidentes en Brasil: seguidores de Jair Bolsonaro causan disturbios tras la detención de un bolsonarista

Manifestantes de extrema derecha, seguidores de Jair Bolsonaro, han causado graves disturbios esta pasada noche en el centro de Brasilia. Sus protestas vienen por el arresto de un instigador de actos a favor de un golpe de Estado.l

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Hace solo unas horas Brasil ha presenciado numerosos incidentes. Seguidores de Jair Bolsonaro han quemado vehículos y causado disturbios en las calles de Brasilia tras la detención de un instigador de actos a favor de un golpe de Estado. El arresto del bolsonarista ha provocado la quema de autobuseses y el intento de asaltar edificios, entre otros destrozos.

Con el objetivo de disuadir a los manifestantes, la Policía ha usado pelotas de goma y gases lacrimógenos. La mayoría de los disturbios han tenido lugar en los alrededores de una de las sedes de la Policía Federal en Brasilia, donde además prendieron fuego a varios vehículos en protesta por el arresto del líder indígena.

Los manifestantes de extrema derecha, seguidores del presidente Jair Bolsonaro, trataron de acceder por la fuerza a un edificio administrativo de la Policía Federal, pero fueron rechazados por las fuerzas de seguridad. Los disturbios se extendieron también por un sector de hoteles vecino a la sede policial, en la zona donde se ubica el hotel donde se hospeda el presidente electo de Brasil, Lula da Silva, quien asumirá el poder el próximo 1 de enero.

Dipositivo policial especial

Los manifestantes prendieron fuego a varios vehículos, incluidos automóviles que estaban aparcados en las inmediaciones del edificio de la Policía Federal, y varios autobuses urbanos. Incluso algunos bolsonaristas empujaron un autobús hasta dejarlo colgado en el borde de un viaducto que superpone dos de las principales avenidas de la capital. También se causaron daños en una gasolinera cercana, donde prendieron fuego a un automóvil.

Las autoridades locales hasta el momento no han realizado un balance de daños, ni han informado si ha habido detenciones por los disturbios, que fueron controlados unas tres horas después de que estallara la violencia.

A causa de los graves incidentes, la Policía montó un dispositivo de seguridad especial en torno al hotel e incluso desplazó un helicóptero al edificio, pero el presidente electo finalmente no fue evacuado. Tras controlar la situación en las calles, el futuro ministro de Justicia en el gabinete de Lula, Flávio Dino, garantizó que el futuro presidente está "seguro" y "en ningún momento" estuvo expuesto "a algún riesgo".

El motivo de las protestas

Estas protestas e indidencias han sido la respuesta a la detención de un cacique indígena de ideología bolsonarista, que está acusado de instigar protestas de cariz golpista. Se trata del cacique José Acácio Serere Xavante, quien fue detenido por orden de un magistrado del Tribunal Supremo, por sospechas de que organizó "manifestaciones antidemocráticas en diversos lugares de Brasilia", incluyendo la invasión al aeropuerto de la capital la semana pasada por parte de un grupo de indígenas. Estando detenido por la Policía Federal, Xavante pidió a los manifestantes que cesen hechos violentos como el "incendio de automóviles y el ataque contra la Policía Federal" en un video enviado a los medios de comunicación.

La condena de los ataques

Ninguna autoridad del Gobierno liderado por Jair Bolsonaro condenó los ataques hasta entrada la madrugada. El único pronunciamiento por parte del Gobierno partió del ministro de Justicia, Anderson Torres, que dijo en redes sociales que "todo será investigado y aclarado" y garantizó que la Policía Federal colaboró con las autoridades locales para "contener la violencia y restablecer el orden".

Horas antes de los incidentes, Bolsonaro se acercó a alentar a un grupo de centenares de manifestantes que se concentraban a las afueras del palacio de Alvorada, su residencia oficial. En esa ocasión, Bolsonaro no habló, pero estuvo al lado de un sacerdote que gritó consignas contra Lula a los extremistas, que desde hace un mes se concentran frente a los cuarteles para pedir a los militares que den un golpe de Estado.

Después de haber guardado silencio por cerca de 40 días, Bolsonaro habló a sus seguidores el pasado viernes y les instó a dejar de pedir la intervención de los militares y que piensen "qué pueden hacer cada uno de ellos por la patria".

En el otro lado, el futuro ministro de Justicia, Flávio Dino, prometió en una rueda de prensa que todos los implicados en actos de vandalismo "serán responsabilizados".

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