Invasión rusa de Ucrania

El servicio británico de inteligencia asegura que las fuerzas rusas están "exhaustas" y se estarían quedando sin munición

El Ejército de Ucrania sigue recuperando territorio ante una Rusia cada vez más en decadencia. La Inteligencia británica asegura tener pruebas de que las tropas rusas "están exhaustas y sin munición".

Publicidad

En su día 230 de guerra, Ucrania continúa acostumbrándose a las sirenas antiaéreas, a los crueles ataques rusos, y al aparato propagandístico de Rusia, desatado en las televisiones estatales, y con la intención de vender a sus ciudadanos una situación positiva que, en realidad, no es tal. Los retrocesos rusos en el este de Ucrania se han vuelto cada vez más evidentes, hasta el punto de que el Kremlin no ha sido capaz de controlar ni de las zonas dominadas por los separatistas prorrusos.

Rusia continúa lanzando misiles a diestro y siniestro contra la población civil, deseosa de venganza por la explosión que hubo en el puente de Crimea el pasado 8 de octubre, y que fue una muestra más de la debilidad que actualmente tienen las Fuerzas Armadas rusas. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pide más munición para poder defenderse de los misiles rusos, puesto que los últimos lanzamientos están logrando ser frenados por sus tropas.

La OTAN sigue mostrando su apoyo a Ucrania, y su secretario general, Jens Stoltenberg, asegura que seguirán enviando armamento a las tropas de Zelenski para que puedan defenderse de los ataques rusos. El Kremlin, por su parte, se limita a defender lo que considera su propio territorio, muy especialmente después de la anexión de cuatro territorios el pasado 30 de septiembre, que solo ha sido reconocida a nivel mundial por Corea del Norte.

Los civiles siguen protestando en Rusia

Aunque la mayor guerra que está librando Rusia es en suelo ucraniano, también se le acumulan los problemas dentro de sus propias fronteras. La población da síntomas de hartazgo con unas manifestaciones que cada vez van a más, y donde el desacuerdo es absoluto. La movilización parcial militar decretada por Putin ha sembrado una gran polémica en Rusia, que ha llevado a miles de personas a huir del país antes de que sean reclutados para la guerra.

Quienes ya han sido reclutados, combaten en el enclave de Kaliningrado, situado en la frontera con los países bálticos, antes de ir a Ucrania. Son muchas las familias que se han despedido de los suyos entre lágrimas, ante el temor de que no vuelvan a verles nunca. Precisamente son esos soldados el mayor de los salvavidas para un Ejército ruso que, según la Inteligencia británica, "está exhausto y sin munición".

Publicidad