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LOS VECINOS SE ENTERARON DE LO OCURRIDO
Hacen una fiesta sorpresa una niña que celebró su séptimo cumpleaños entre lágrimas porque ningún amigo pudo ir
Sophie había invitado a unas 40 personas a su fiesta de cumpleaños, pero nadie le avisó y finalmente pasó el día sola. Al enterarse de lo ocurrido, los vecinos de la niña decidieron darle una gran sorpresa y hacerle una fiesta sorpresa a la que acudieron más de 50 invitados.
Nicola Beer, una mujer de 47 años, estaba profundamente dolida después de enviar alrededor de 40 invitaciones para celebrar el cumpleaños de su hija Sophie y que no apareciera nadie. Su hija estaba devastada y acabó celebrando su séptimo cumpleaños entre lágrimas y sin amigos.
"Estaba muy nerviosa por celebrar sus cumpleaños e invitar a todos sus amigos del colegio", dice su madre, que añade que nadie le dijo que no podrían asistir a la fiesta. "Entiendo que la gente tiene una vida ocupada pero no podía creer lo que había pasado".
Los vecinos de la zona se enteraron de lo ocurrido a través de Facebook y decidieron que no podían quedarse sin hacer nada, por lo que se reunieron para organizar una segunda fiesta de cumpleaños a Sophie.
Capitaneados por Laura Shire, una vecina, todos pusieron de su parte. Precisamente Laura había cocinado una tarta para la primera fiesta de Sophie y se puso muy triste al enterarse de que ningún niño estaba allí para disfrutar del pastel, por lo que decidió hacer una tarta más bonita para la nueva fiesta.
Su madre confiesa que se emocionó cuando se enteró de que mucha gente iba a hacer otra fiesta de cumpleaños para Sophie después de enterarse de lo ocurrido. "Fue un día maravilloso, un cumpleaños de verdad para mi princesa", subraya.
Sophie no sabía nada acerca de la fiesta, por lo que se emocionó cuando lo vio todo. "Cuando llegamos a la fiesta no se dio cuenta de que era suya. Le llevó unos 15 minutos para percatarse de que todo era para ella", cuenta Nicola, que explica que a la celebración acudieron alrededor de 50 niños, según The Sun.
"Los supermercados locales dieron comida, teníamos un castillo hinchable, pintura de caras y un DJ ofreció sus servicios de manera gratuita", dice Nicola, que no puede evitar pedir a otros padres que respondan a las invitaciones de cumpleaños, un gesto que les lleva solo cinco minutos.
Además ha querido agradecer a todos los que colaboraron para hacer realidad esta sorpresa y asegura que esto ha hecho que "recupere la fe en la bondad humana".
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