Unos 2.000 cadáveres han sido encontrados en la costa oriental de Miyagi (noreste de Japón) tres días después del terremoto, el recuento oficial de la tragedia se sitúa de momento en casi 3.600 muertos y más de 1.400 desaparecidos.
Un millar de cuerpos sin vida se hallaron en la península de Ojika y otros mil aparecieron en la ciudad de Minamisanriku en la provincia de Miyagi, según informó la agencia Kyodo. En esta comunidad costera, las autoridades todavía no han podido localizar desde el viernes a unas 9.500 personas, la mitad de la población.
Sin embargo, algunos medios creen que es posible que muchos de estos desaparecidos huyeran a tiempo a la vecina localidad de Tome, también en Miyagi. La cifra oficial de 1.627 fallecidos también excluye entre 200 y 300 cadáveres que se han constatado pero que todavía tienen que ser recuperados por los equipos de rescate en Miyagi, la provincia más afectada por el seísmo de 9 grados de magnitud en la escala Richter y por el posterior tsunami.
Unos 100.000 militares al mando del operativo de salvamento siguen peinando la zona en busca de víctimas atrapadas bajo los escombros o arrastradas mar adentro por la ola gigante de diez metros de altura. En muchos núcleos urbanos, como la ciudad de Sendai, continúan apareciendo cuerpos sin vida en las playas y la labor de los equipos de rescate se ve dificultada por las constantes réplicas y la magnitud de la devastación causada por el terremoto, el mayor de la historia de Japón.
Más de 400.000 habitantes han sido evacuados por el desastre, la mayor crisis de Japón desde la II Guerra Mundial, según el primer ministro, Naoto Kan. La Agencia Meteorológica nipona indicó anoche que hay un 70% de posibilidades de que hasta este miércoles ocurran réplicas de hasta 7 grados y varias embajadas recomendaron a sus ciudadanos no viajar a Japón.