El cuerpo del único pasajero del tren siniestrado el pasado miércoles en Argentina que aún permanecía desaparecido fue hallado dentro de uno de los vagones de la formación, informaron fuentes de la investigación.
El cadáver de Lucas Menghini Rey, de 20 años, fue encontrado entre el tercer y el cuarto vagón del tren que el pasado miércoles se incrustó contra una de las cabeceras de la estación ferroviaria de Once, en Buenos Aires, con un saldo de 51 muertos y más de 700 heridos.
El joven era intensamente buscado por sus familiares, amigos y la policía, que desplegaron una intensa campaña en los medios de comunicación y en la estación de Once para difundir la imagen de Lucas, después de no haberlo encontrado ni en los hospitales ni en la morgue.
La noticia del hallazgo del cuerpo del joven dos días después del accidente fue recibida con indignación por los pasajeros en la estación de Once, que insultaron e increparon a las autoridades policiales. "¡Asesinos, asesinos! ¿Cómo puede ser que 48 horas después del accidente no se hayan dado cuenta de que había un muerto allí?", increpó uno de los pasajeros a la policía.
Fuentes de la investigación citadas por la agencia oficial Télam indicaron que el cuerpo de Lucas "estaba en el fuelle que separa el tercer y cuarto vagón". La nómina de fallecidos por el accidente incluye a seis ciudadanos paraguayos, dos bolivianos, dos peruanos y un chileno. En tanto, según el gobierno de Buenos Aires, 37 heridos continúan internados en hospitales de la ciudad.
La justicia investiga las causas del siniestro y espera la recuperación del maquinista, gravemente herido, para tratar de confirmar si el accidente se debió a un fallo en los frenos o a un error humano. La presidenta argentina, Cristina Fernández, que ha suspendido sus actividades oficiales y no ha comparecido en público desde que se produjo el accidente, dio instrucciones para que el Gobierno se presente como querellante en el proceso judicial.