La segunda caja negra del A320 de la aerolínea germana Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses el 24 de marzo ha sido encontrada este jueves por los investigadores, han indicado fuentes de la investigación.
Esta segunda caja negra, que contiene el registro de los parámetros de vuelo del avión, ha sido encontrada por los gendarmes que desde hace diez días trabajan en el lugar del accidente donde murieron los 150 ocupantes del vuelo que unía Barcelona con Düsseldorf.
El fiscal de Marsella, Brice Robin, ha dicho que "todo apunta" a que la segunda caja negra del A320 de Germanwings que se estrelló el pasado día 24 en los Alpes franceses que ha sido hallada "podrá ser estudiada", pese a que se encuentra bastante dañada.
Robin ha explicado en rueda de prensa que la segunda caja negra, que fue encontrada diez días después del accidente, se encontraba enterrada en el suelo.
"Hubo que excavar para sacarla. Parece que estuvo expuesta al fuego porque está totalmente ennegrecida", ha señalado el fiscal.
Robin ha indicado que la caja será enviada esta misma noche a París para que sea analizada por los expertos de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA).
Sus datos serán "un complemento indispensable a la comprensión de lo que sucedió en los últimos minutos de ese vuelo", ha agregado el fiscal.
La segunda caja negra deberá completar los datos obtenidos de la primera, encontrada el día mismo del siniestro, y que contiene las grabaciones registradas en la cabina del avión.
De las mismas se desprende, según indicó el fiscal de Marsella, Brice Robin, que el copiloto, Andreas Lubitz, se encerró en la cabina de pilotaje cuando el comandante se ausentó para ir al baño y puso el avión en descenso hasta que se estrelló en el macizo de los 'Trois Évêches'. El fiscal indicó que todo apunta a que Lubitz lo hizo de forma voluntaria.
El estudio de la segunda caja negra, que recaerá en los expertos de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), permitirá corroborar la versión de los hechos que se desprende de la primera.
Desde el día mismo del accidente, la búsqueda de la segunda caja era una de las prioridades de los investigadores, pero la violencia del accidente del avión, que se estrelló contra la roca a 700 kilómetros por hora, la mantuvo muy escondida entre los restos de fuselaje.