La historia de Deryn, un niño que se recuperó de dos cánceres con ayuda de la marihuana que le dio su madre

Deryn Blackwell es un niño de 13 años que sufrió una enfermedad extraña que le daba dos semanas de vida. Sin embargo, la marihuana se convirtió en su mayor milagro, pues le ayudó a mejorar.

El pequeño británico sufría una leucemia que acabó con su infancia en 2010. Justo un año después, los doctores le informaron de que padecía otro cáncer al mismo tiempo- sarcoma de células de Langerhans-, el cual sólo cinco personas en el mundo lo tienen. Tal es la rareza de su enfermedad que nadie ha sufrido dos cánceres juntos, por lo que Deryn se convirtió en la primera persona en hacerlo.

Según informa 'Metro', después de recibir tratamiento durante cuatro años en el hospital, nada parecía avanzar positivamente para el pequeño, así que, su madre Callie, decidió recurrir al único método que pasó por su mente. A pesar de que los doctores le dijeran que la marihuana podía ser eficaz, nunca había sido probado sobre niños, por lo que no podían recetárselo.

“Tomamos una decisión que asusta a cualquier padre que la lea, y también me asustó a mi”, relata Callie en el libro 'The Boy In 7 Billion' y que recoge 'Daily Mail' este sábado.

“En realidad, no veía nada positivo en fumar marihuana y cuando trabajaba en club nocturnos, las drogas ilegales eran mi enemigo”, añade. “Pero si eso podía ayudar a mi pequeño para escaparse de su tormenta diaria, estaba dispuesta a intentarlo”.

El padre de Deryn, Simon, consiguió contactar con alguien de la gasolinera más cercana para conseguir una pequeña cantidad de marihuana, desconociendo que su posesión está penado con cinco años de prisión.

Deryn salió del hospital para trasladarse a uno de cuidados paliativos donde planeó su propio funeral

Mientras tanto, el estado de Deryn empeoraba y los doctores informaron a sus padres que, de no experimentar un cambio positivo en dos semanas, sería enviado a cuidados paliativos. De este modo, no dudaron en dar marihuana al pequeño a través de una pluma de vapor. A los diez minutos de probarla, Deryn comenzó a encontrarse mejor.

Pero el dolor no desapareció y, en diciembre de 2013, Deryn salió del hospital para trasladarse a uno de cuidados paliativos donde planeó su propio funeral. Entonces, una noche, Deryn, en un profundo sufrimiento, se despertó para pedirle a su madre que no le dieran más morfina porque le hacía sentir “como si no estuviera”.

Su madre, que no podía verlo de ese modo, decidió darle una pequeña cantidad de marihuana directamente en su boca cuando nadie miraba. Transcurrida una hora, el estado de Deryn comenzó a evolucionar.

En un corto periodo de tiempo después, uno de los doctores informó a Callie de que no estaban seguros de si Deryn estaría muriéndose, pues su salud había mejorado. Finalmente, el pequeño consiguió recibir el alta.

Después de cursar apenas nueve meses durante cuatro años en el colegio, Deryn volvió y consiguió el certificado de Enseñanza Secundaria. “Me acuerdo del milagro de mi pequeño Deryn cada vez que lo miro y sé desde lo más profundo de mi corazón que pase lo que nos pase en el futuro, podremos con ello. Siempre lo hacemos”, expresa aliviada su madre.