Guerra Rusia-Ucrania
La historia de Diomid, el niño ucraniano que huyó de Kiev para tratar su cáncer en España
El pequeño refugiado se encuentra junto a su familia en el hospital Gregorio Marañón donde está siendo tratado de su cáncer.
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Desde el estallido de la guerra en Ucrania, más de un millón de niños han escapado del país por los horrores de la invasión rusa. Miles de familias dejaron sus vidas atrás para buscar refugio y poner a sus hijos a salvo, como la familia del pequeño Diomid. La preocupación de esta familia ucraniana es mayor por el cáncer que padece su hijo. España ya está en marcha acogiendo refugiados de la guerra, y, en Madrid, un total de 27 niños con enfermedades oncológicas están siendo tratados en cuatro hospitales con servicio de oncología pediátrica.
Los menores han llegado acompañados de sus familias, todos tienen entre 3 y 15 años y algunos ya han recibido un trasplante de médula. Muchos necesitan seguimiento y otros se encuentran en importantes tratamientos con linfomas, leucemias y tumores cerebrales. Diomid es un niño ucraniano de tres años que ha escapado de los horrores de Ucrania junto a su familia para llegar hasta España, donde está ingresado por padecer una inmunodeficiencia combinada severa, una enfermedad más compleja que las de los otros pequeños.
Diomid había recibido un transplante de médula en Kiev y necesita urgentemente seguir con un tratamiento interrumpido por la invasión rusa orquestada por Vladímir Putin. El pequeño juega en la habitación del hospital Gregorio Marañón ajeno a su complicada enfermedad. Su sonrisa es una de las imágenes más humanas de los pequeños refugiados de la guerra.
Diomid está siendo tratado en Madrid
El pequeño de tres años vivía en Zaporiyia junto a sus padres, aunque tuvieron que trasladarse a la capital para que el niño recibiera tratamiento para superar la inmunodeficiencia combinada severa que parece. Debido a la intensidad de los bombardeos rusos, la familia tuvo que resguardarse en el sótano del centro médico donde su hijo estaba siendo tratado. "Seis días estuvieron en el sótano de la clínica", explicaba Katrina, madre de Diomid.
Los tratamientos que el niño necesitaba se terminaron debido a las bajas existencias en Ucrania por el conflicto bélico con Rusia. "Había muy pocos tratamientos, solo pastillas que podía tragar", explicaba su madre desde el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Los oncólogos aconsejaron a la familia salir del país para salvar la vida. La situación de Diomid es estable en la capital española y mejora cada día.
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Cristina Beléndez,oncóloga pediátrica del hospital madrileño explica que el niño "tiene complicaciones por el tratamiento, está con mucha medicación inmunosupresora, entonces el ingreso ha sido un poco para la evolución de la enfermedad. También para ajustar un poco la medicación". Su nueva vida ha comenzado a 4.200 kilómetros de su lugar de nacimiento y su estado anímico es bueno. Ahora, el pequeño Diomid luchará contra el cáncer desde España.
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