Siete días después de los atentados terroristas de París, en los que murieron 130 personas, Francia ha intensificado su ofensiva diplomática en favor de una coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico y su búsqueda de Salah Abdeslam, uno de los presuntos atacantes.
El anuncio de que el presidente, François Hollande, mantendrá una reunión con el primer ministro británico, David Cameron, completa una intensa agenda de una semana en la que también hablará con la canciller alemana, Angela Merkel, y los presidentes de EEUU y Rusia, Barack Obama y Vladímir Putin.
El objetivo de esos encuentros, que celebrará en París con Cameron y Merkel, en Washington con Obama y en Moscú con Putin, busca dar forma a la cooperación bilateral contra el terrorismo y a la puesta en marcha de la gran y única coalición contra el EI en Siria e Irak.
Francia espera que la adopción de la resolución que impulsó en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre el combate contra el EI movilice a todos los países y lleve a que se comprometan de forma concreta, sea en lo relativo a la acción militar, búsqueda de soluciones políticas o lucha contra su financiación.
La gestión de los ataques ha aumentado en ocho puntos la popularidad del presidente, François Hollande, con un respaldo del 33% pero apenas tres puntos superior al nivel más bajo alcanzado por su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, en su mandato.
Nueve de cada diez franceses declaran confiar en las fuerzas del orden, el Ejército y los servicios de inteligencia, y los mismos creen que la respuesta a lo sucedido debe centrarse en la lucha contra la propaganda yihadista y la radicalización, la seguridad interior y el combate antiterrorista a nivel internacional.
Desde la puesta en marcha del estado de emergencia el pasado sábado, prolongado hasta febrero, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ha indicado que se han efectuado 800 registros y 90 detenciones provisionales, que se han incautado 174 armas y que se ha puesto a 164 personas bajo residencia vigilada.