El presidente francés, François Hollande, reconoció haber "cometido errores", en particular cuando anticipó una caída del desempleo en 2013 que no se produjo, y afirmó que si no se reduce el paro de aquí al final de su mandato, no se presentará a la reelección. "He podido cometer errores", dijo Hollande en una entrevista con la cadena de televisión TF1, en la que hizo balance de la primera mitad de su mandato.
Entre esos errores citó su promesa de "invertir la curva del desempleo" para finales de 2013, algo que no se cumplió, y que reconoció que se lo reprochaba porque "era una esperanza para muchos". Como ya había indicado anteriormente, repitió que no concurrirá a las elecciones presidenciales de 2017 si no disminuye el desempleo, que ha alcanzado en Francia una tasa del 10,2 por ciento. "Al cabo de cinco años, sea la que sea la decisión, sea cual sea el veredicto de los franceses, quiero poder mirarme en un espejo y decirme ¿qué he hecho en cinco años?", comentó Hollande. "Los franceses serían implacables y tendrían razón". Por eso, repitió que no se plantea todavía si volverá a ser candidato a repetir en 2017 y que no tiene sentido: "¿no ven el estado de mi popularidad?", ironizó.
Reconoció que el problema es que "no tenemos suficiente crecimiento" y por esa razón afirmó que va a ir a buscarlo "a nivel europeo", pero sobre todo incidió en que "en los dos años y medio que me quedan, voy a ir hasta el fondo en las reformas". Hollande, en una fase del programa de televisión en la que fue interrogado por una desempleada de 60 años, anunció que a partir del año próximo se pondrá en marcha un programa de contratos subvencionados para que personas de esa edad puedan completar el periodo de cotización y jubilarse trabajando.
El presidente francés consideró que "los franceses dudan porque todavía no hay resultados". "El objetivo es que la Francia que me encontré en 2012, en 2017 sea más fuerte, más justa, más coherente, que esté en primera línea de la competencia mundial", afirmó. Hollande dijo que no se puede descartar que el Frente Nacional de Marine Le Pen (FN) llegue al poder y atribuyó el ascenso del partido ultraderechista -un fenómeno en el que dijo que él tiene "responsabilidad"- a que muchos franceses ya no creen en la capacidad de la política para cambiar las cosas. Su mensaje a esas personas es tratar de convencerlas de que las propuestas de Le Pen van a contracorriente de los tiempos: "salir del euro, salir del mundo, no es entrar en el siglo XXI". Frente a esa voluntad de aislarse, hizo hincapié en que "Francia es un país excepcional" y "puede ser la primera en el mundo", que es su objetivo para el horizonte de diez años.
El presidente no hizo apenas anuncios durante esta entrevista de algo más de una hora y media. Uno de los pocos fue la creación desde el año próximo de un dispositivo de contratos subvencionados dirigidos a personas de más de 60 años en paro, para que puedan completar el periodo de cotización necesario para su jubilación. También un plan digital para los centros escolares que será objeto de una experiencia el próximo curso y que se traducirá en el siguiente en que se irá dotando a los alumnos de tabletas, empezando por los de 13-14 años en septiembre de 2016.
Por otra parte, aseguró que no habrá ninguna otra subida de impuestos durante su mandato, reiteró su programa de recorte del gasto público en 50.000 millones de euros durante los tres próximos años, pero sin ir más allá. A ese respecto, y a los que -sobre todo desde fuera de Francia- le reclaman más esfuerzos para recortar el déficit público, les replicó con su rechazo a reproducir "lo que han hecho los españoles, los griegos, los irlandeses", es decir, recortar en un "20 %" las prestaciones sociales.
Hollande, por otra parte, se declaró "favorable" a que París presente su candidatura a los Juegos Olímpicos de 2024, aunque también dijo entender la prudencia manifestada por la alcaldesa, Anne Hidalgo. "Soy favorable a que París presente su candidatura para los Juegos Olímpicos", señaló.
El presidente francés no quiso entrar en las preguntas que se le hicieron sobre su antigua pareja, Valérie Trierweiler, ni sobre el romance que desde principios de año se le atribuye con la actriz Julie Gayet. "Hay un momento en que hay que respetar la vida privada, la intimidad", replicó cuando se le recordó la fotografía, en la que aparecía con casco, que publicó una revista del corazón el pasado mes de enero sobre su relación con Gayet. También se negó a hablar del libro-venganza que publicó Trierweiler tras la ruptura: "no quiero hablar de ese tema. (...) o quiero quedarme en la espuma de las cosas".