Diez personas resultaron heridas hoy, cinco de ellas de gravedad, después de que un hombre empotrara la camioneta que conducía contra una caseta del mercado de Navidad de la localidad francesa de Nantes, en el noreste del país.
Según los primeros testimonios recogidos por la prensa local, el hombre avanzó cerca de una decena de metros por la plaza del mercado, que estaba cerrada al tráfico, y después de chocar contra un poste, que frenó su recorrido, se asestó varias puñaladas. "No hay ninguna duda de su intención criminal", indicó a la cadena BFM TV el diputado del grupo ecologista EELV en el departamento de Loire Atlantique François de Rugy, según el cual todavía no se sabe la motivación del ataque.
La fiscal de Nantes, Brigitte Lamy, añadió en una breve comparecencia ante la prensa que, según los primeros datos de la investigación, lo sucedido es "un acto aislado" y "no se puede hablar de un acto terrorista". El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, apuntó también en BFM TV que el agresor se dirigió "de forma deliberada contra la multitud", y avanzó que el ministro, Bernard Cazeneuve, tiene previsto viajar a la ciudad para apoyar a las víctimas y seguir de cerca el avance de las pesquisas. El conductor es uno de los cinco heridos graves y, al igual que el resto de las víctimas, ha sido trasladado al hospital, añadieron los medios locales.
Este nuevo incidente se produce en un clima de tensión en Francia después de los dos ataques registrados en diversos puntos del país al grito de "Alá es grande" el pasado fin de semana. El primero se produjo el sábado en Joué-lès-Tours, a 250 kilómetros al sur de París, cuando el agresor, que acabó siendo abatido por las fuerzas del orden, entró con un cuchillo de cocina en la comisaría y agredió al agente que estaba en el mostrador de la recepción y a otros dos que acudieron en su ayuda.
El segundo ataque fue cometido en Dijon, en el este de Francia, cuando un individuo atropelló el domingo de forma voluntaria a 13 personas. En este caso, la Fiscalía ha descartado la motivación terrorista o religiosa y ha atribuido el ataque a un desequilibrio psiquiátrico grave del agresor.
