Un hombre borracho en China consigue subirse a un vehículo en marcha.
Llevaba dos cuchillos en la mano y aunque estaba ebrio consiguió arrojar del coche al conductor y robarle el automóvil.
Pocos metros después terminó estrellado contra el mobiliario urbano y la policía pudo detenerlo.
El ladrón ha alegado que llegaba tarde al trabajo y por eso decidió robar el vehículo.