Un hombre de EEUU pasa 25 años en la cárcel acusado de matar a su mujer siendo inocente

El 13 de agosto de 1986, Christine Morton fue atacada y asesinada en su casa en el condado de Williamson, en las afueras de Austin, en el estado de Texas. Su marido, Michael Morton, fue acusado por ese asesinato y después de cumplir 25 años de prisión la Justicia lo ha declarado inocente.

El día del asesinato Morton se encontraba trabajando, pero, para el fiscal Ken Anderson, Morton era el autor del homicidio, por lo que lo envió a juicio quitándole la custodia de su hijo Eric. "Todos tuvimos la convicción de que esto era justicia para Christine y que estábamos haciendo lo correcto", declaró el presidente del jurado, Mark Landrum.

Sin embargo, Morton alegó que "no hubo pruebas científicas, no hubo testigos, no hubo arma asesina, no hubo presentación de un motivo creíble", por lo que no entendía por qué era acusado del asesinato. Gracias a la investigación de un grupo de abogados que logró sacar a luz la verdad, Morton no sólo resultó ser inocente, si no que el fiscal Ken Anderson fue acusado de retener pruebas cruciales.

Eric, el hijo de la pareja, había visto el ataque a su madre y dijo a sus parientes que su padre no estaba en casa en ese momento. Los vecinos declararon que un hombre había estacionado una camioneta verde detrás de la casa de los Morton. Además, se había encontrado un pañuelo manchado con sangre. Pruebas que lograron determinar que Morton no mató a su mujer, por lo que 25 años después ha salido de prisión.

Por las pruebas de ADN, descubrieron que el asesino fue Mark Norwood, un criminal convicto, quien dos años después de matar a Christine Morton, asesinó de manera similar a Debra Baker. Norwood ha sido condenado por la muerte de Morton, y ha sido procesado en la muerte de Baker.

La historia de Morton se contará en el documental titulado 'Un sueño irreal', que pone en la mira a las condenas erróneas en los Estados Unidos.