Incendio
Un hombre mata a tres niños, entre ellos un bebé: incendió su casa y los encerró dentro
El homicidio que se investiga como violencia doméstica deja otros cuatro menores recuperándose en el hospital y una mujer ya dada de alta
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Tres niños han muerto después de que presuntamente un hombre de 28 años quemara su casa e impidiera que escaparan. En el incendio también había implicados otros cuatro menores y una mujer de 29 años que han resultado heridos y están recuperándose en el hospital de Westmead. La Policía no ha especificado si se trata de los hijos del acusado.
El suceso ocurrió en la madrugada del pasado jueves 7 de julio en el barrio Lalor Park, a 35 kilómetros al oeste de la ciudad Sídney (Australia). El fuego se llevó la vida de dos niños, de 2 y 4 años, que murieron en el hospital, así como de un bebé de cinco meses que fue encontrado una vez los bomberos extinguieron las llamas.
No podían escapar
El superintendente de la Policía de Nueva Gales del Sur, Daniel Doherty, explicó en una rueda de prensa en Sídney que la "gran cantidad de llamas y humo" en la casa se debió a un "acelerante" que provocó que el fuego se extendiera por varias superficies. El acusado bloqueó todas las entradas a la casa dejando a los ocho ocupantes dentro sin poder escapar. Mientras que la Policía forzaba la puerta de entrada, un vecino logró entrar y rescatar a tres niños y a la mujer. Una vez consiguieron abrir, encontraron al hombre con un niño en brazos que le fue arrebatado para ponerle a salvo.
El hombre está detenido y se encuentra en el hospital en coma inducido. Según un comunicado de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, se le acusa de tres cargos por asesinatos, cinco por intento de asesinato y uno por destruir una propiedad con la intención de poner en peligro la vida. El periódico 'The Guardian' informa que el acusado no tiene antecedentes penales ni denuncias previas de violencia doméstica.
La violencia doméstica, un problema a resolver
El jefe del gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Chris Mings, afirmó esta semana que el asesinato fue un "acto horrible y sin sentido" que había causado un "trauma" a los residentes de su jurisdicción.
Una de cada seis mujeres en Australia es víctima de violencia doméstica, según cifras oficiales, lo que llevó al Gobierno a describir en mayo el problema como una "crisis nacional". Según un estudio de la Universidad de Melbourne, alrededor de 1.000 niños han perdido al menos a uno de sus padres por asesinato relacionado con la violencia doméstica en las últimas dos décadas.
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