Imagen de archivo de una mujer

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A LA ESPERA DEL VEREDICTO DEL JUEZ

Un hombre tortura y viola a su mujer durante ocho años y la obliga a comer sus excrementos

La mujer, madre de tres hijos con esta pareja, padece numerosas secuelas físicas y psicológicas por el maltrato continuo que sufrió. "Mi madre no era una mujer, sino un saco de boxeo", llegó a decir su hija durante el juicio.

Un hombre de 33 fue juzgado el lunes por la tarde acusado de haber violado, torturado y golpeado a su pareja entre 2006 y 2014 en Pézenas, al sureste de Francia. Según se ha explicado durante el juicio, cuya sentencia se espera próximamente, la madre de sus tres hijos vivió en el infierno durante ocho largos años entre 2006 y 2014 y se acabó porque en 2013 la gente de su entorno alertó a la Policía.

José y Sonia se conocieron cuando tenían 16 años y pronto tuvieron a su primera hija, y después a otras dos más, pero la pareja no trabajaba y fueron objeto de un informe de los servicios sociales. Fue entonces cuando el calvario de ella comenzó, según 'France Bleu', ya que él la obligó a ejercer la prostitución por las noches para comprar cocaína. La violencia doméstica se convirtió en algo cotidiana con bofetadas, puñetazos golpes y patadas todas las mañanas, a veces, ante los ojos de los niños.

"Mi madre no era una mujer, sino un saco de boxeo"

"Mi madre no era una mujer, sino un saco de boxeo", explica la hija mayor, de 16 años. Además, de las agresiones y los golpes, Sonia fue obligada a comer su excrementos y a beber orina.

Como consecuencia de esos ocho años, la mujer tiene el labio deformado y un montón de cicatrices en las piernas, además de daños psicológicos por las repetidas violaciones. No obstante, ella nunca lo denunció debido a su estado de sumisión y angustia.

Desde 2013, ella está bajo tutela y sus hijos se encuentran en hogares de acogida.

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