Argentina

Ian, el bebé del milagro que nació con cinco meses y 750 gramos, ya está listo para volver a casa

Con casi cuatro meses y con un peso de 3,110 kg, Izan ya está listo para ir a casa.

Imagen de archivo de la mano de un bebé

Imagen de archivo de la mano de un bebéPixabay

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Camila Abellá, la madre de Izan, comenzó con unos dolores en su quinto mes de embarazo, por lo que decidió acudir con urgencia al Hospital Rawson (Argentina). Acompañada de su marido, Elias Zuñiga, le dieron la noticia menos esperada, su hijo estaba a punto de nacer y lo más probable era que el recién nacido perdería la vida o sufriera graves consecuencias en su salud.

La pareja llevaba siete meses intentando tener un bebé: "Yo me cuidé durante 6 años y estuvimos 7 meses buscándolo, hasta que finalmente quedé embarazada. Me hice todos los controles necesarios y nunca me imaginé que iba a pasar algo así, porque estaba todo bien", cuenta Abellá al 'Diario de Cuyo'.

Al acudir al hospital, los médicos le dijeron que "estaba en trabajo de parto" y "que tenía un embarazo no viable". Aún quedaban cuatro meses para dar a luz y "como era tan chiquito, mi bebé podía nacer muerto o desmembrado", añadía a su historia Abellá.

Ian Zúñiga, con tan solo 5 meses de gestación y un pronóstico complicado, consiguió nacer por cesárea. Sin embargo, a consecuencia de las complicaciones, el bebé nació con un intestino perforado y una hemorragia pulmonar. A ello también se le podía sumar una posible hidrocefalia, pero los médicos lo descartaron tras una serie de estudios.

"El panorama no era bueno. Durante los primeros días me dijeron que lo iban a tener que operar varias veces, pero después el bebé salía adelante y ya no era necesario. Como tenía el intestino perforado no se podía alimentar con mi leche y tampoco podía hacer caca. Por eso le pusieron un drenaje. Con eso se curó. Los médicos me dijeron que es increíble que haya pasado por eso sin consecuencias", relata la madre.

Abellá resalta que le hicieron realizar todos los trámites para contar con un equipo de oxígeno y que a su hijo no le faltase nada en casa, para poder continuar recuperándose. "Tengo mochila y tubos listos, pero la semana pasada le sacaron el oxígeno acá, así que creo no lo voy a necesitar", dice.

Con casi cuatro meses y con un peso de 3,110 kg, Izan ya está listo para ir a casa. "Después de todo lo que pasamos, ahora solo le quedan dos hernias en sus testículos y por eso lo tiene que operar. Pero no es una intervención complicada. Creemos que la semana que viene le dan el alta", cuenta su madre.

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