La ilusión de poder contarlo

¡Hola a tod@s!

Lo primero, perdonadme por llevar ausente de este blog tanto tiempo. Una intenta lo mejor que sabe compaginar el trabajo, el hijo y el horario. Creedme que lo siento :-) Menos mal que mis compañeros siguen ahí, al pie del cañón, en contacto con todos vosotros.

Los bustos parlantes no sólo tenemos piernas -como bien dice mi querido Luis Fraga-, dentro de estas cabezas hay vínculos sentimentales con algunas informaciones (con unas más que con otras, como es lógico). Acostumbrados a contaros a diario un sinfín de malas noticias, quería hoy resaltar algunas positivas y recientes. Las ha habido aquí mismo, en casa: qué alegría y qué orgullo, compañera Lourdes, por tu merecida ¡¡Antena de Oro!! Y cómo nos ha conmovido también, por cierto, el último Nobel de Literatura: Vargas Llosa es obrero de las palabras y símbolo vivo del idioma español. Ahora bien, ¿qué me decís de la historia que hemos presenciado estas últimas 48 horas? ¿No os parece que trasciende la categoría de "noticia" la increíble aventura de los 33 mineros chilenos? Desenlace feliz para ellos...y, de alguna manera, también para las mil millones de personas que les mirábamos emerger a la superficie, con el corazón en un puño, a través de la televisión.

El equipo de las Noticias de la Mañana tuvo el privilegio de coincidir en el tiempo con el principio del rescate y, 24 horas después, ya con el final, con ese emocionante encuentro del minero Luis Urzúa con el presidente chileno, con el éxtasis y la euforia colectiva... En fin, momentos así le dan sentido a la vida de un periodista. Este acontecimiento ya es Historia, así que había que dejar constancia aquí, en nuestro blog, de lo vivido (por cierto, enhorabuena a nuestro equipo en Chile, a Teo Ibernón y a los demás).

Os adjunto -aunque imagino que muchos ya lo habréis visto- el momento en el que todos -mineros "renacidos", Gobierno, familia, ingenieros y periodistas- cantan el himno de Chile. Es la consumación de un milagro. Yo también lo grito hoy, señor Sebastián Piñera: "¡¡Viva Chile, mierda!!".