Guerra Rusia Ucrania
Las imágenes de la llegada en autobús de 47 refugiados ucranianos a Málaga desde Polonia
Estos refugiados ucranianos han recorrido más de 3.000 kilómetros en autobús para llegar a Málaga.
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Durante esta noche ha llegado a Málaga un autobús con 47 refugiados ucranianos que han recorrido más de 3.000 kilómetros huyendo de los ataques rusos. El autobús fue fletado por el empresario malagueño Vicente Jiménez Ifergan, un coleccionista de arte fenicio que también tiene un hijo ucraniano. Además, ha organizado la logística para seleccionar a las 47 personas que llegarían a Málaga y la noche que los ucranianos han pasado en un hostal de Francia durante el trayecto.
Han llegado cansados, pero también contentos de pisar suelo español y sentirse más a salvo. Muchos de estos refugiados ucranianos han sido recibidos por familiares o amigos, además de por voluntarios dispuestos a ayudarles en todo lo posible, "vamos a ayudar con viviendas y con todo lo que podamos", decía una de ellas.
Fue a las 23:10 horas de la noche cuando el centro de innovación social La Noria de Málaga daba la bienvenida al autobús en el que se podía leer "Transporte Humanitario" en letras blancas bajo unos colores azul y amarillo en representación de la bandera ucraniana. Dentro del vehículo, un niño con un gorro y un chaquetón azul saludaba a los periodistas que esperaban la llegada del vehículo procedente de Polonia.
Entre los viajeros se encontraba Galyna Ganushchak, una mujer que reside en Marbella (Málaga), pero que cuando estalló la guerra en Ucrania decidió coger un avión hacia su antigua casa para intentar rescatar a su hija de 9 años, Alina, que vivía con sus abuelos. Confesaba sentirse tranquila al regresar a Málaga con su hija.
Tanto Galyna y su hija, como la gran mayoría de mujeres que ya están en Málaga llegaron a la frontera de Polonia acompañadas de sus familiares hombres que, una vez allí, despidieron para emprender el camino solas. En la frontera tuvieron que estar 12 horas esperando para entrar al país vecino y poder refugiarse en un campamento.
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