Un opositor se sitúa frente a la Policía en la Plaza de la Independencia

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UCRANIA | AÚN NO HAY UNA POSTURA OFICIAL

Incertidumbre entre la oposición ante la decisión de respaldar el pacto en Ucrania

El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha revelado que el acuerdo entre el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, y la oposición está lejos de haberse cerrado. Mientras, en las calles de Kiev se llora por los muertos.

El acuerdo entre el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, y la oposición está lejos de haberse cerrado. Es el mensaje que ha transmitido el primer ministro polaco, Donald Tusk, que ha precisado que lo anunciado por Yanukovich aún no ha sido refrendado por los opositores.

Tusk ha hecho esta valoración por las informaciones que le ha tranmitido su ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski. "Momento delicado para el acuerdo para la resolución de la crisis en Ucrania", ha advertido Sikorski a través de su cuenta en Twitter. "Todas las partes tienen que recordar que el compromiso significa que hay que conseguir menos del cien por cien", ha añadido.

Sikorski llegó este jueves a Kiev junto a sus homólogos de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y Francia, Laurent Fabius (este último se ha marchado ya a China) para tratar de facilitar un acuerdo entre Gobierno y oposición que ponga fin a la crisis que vive el país desde noviembre y que se ha agudizado esta semana con nuevos disturbios en Kiev que han dejado al menos 77 muertos.

Su aviso se ha producido simultáneamente al anuncio de Yanukovich de la celebración de elecciones presidenciales anticipadas y la vuelta a la Constitución de 2004. También ha llamado a la formación de un "gobierno de confianza nacional". Sin embargo, no está claro aún si la oposición ha aceptado el acuerdo, ya que desde que a primera hora de la mañana la Presidencia ucraniana anunció que había acuerdo ningún dirigente opositor se ha pronunciado.

Mientras tanto, el Maidán de Kiev, que hace apenas unas horas contaba por decenas los muertos y por centenares los heridos en la jornada más violenta de la historia contemporánea de Ucrania, llora a sus héroes en un ambiente de apacibilidad que en nada recuerda la tragedia de este 'jueves sangriento'. Luce un sol radiante en la capital ucraniana y muchos manifestantes -aún ataviados con cascos, bates de béisbol y barras de hierro- pasean o charlan tranquilamente en la plaza de la Independencia, conocida como el Maidán, y en las calles que arrebataron a los antidisturbios.

Incluso en las barricadas de la calle Institútskaya, donde la policía repelía ayer con fusiles de asalto Kaláshnikov el avance de los manifestantes y los francotiradores disparaban desde lo alto del hotel Ucrania, reina hoy la tranquilidad y el buen ánimo.

Tras dos enormes barricadas se levanta otra aún más alta, última línea de defensa de la plaza en ese flanco, donde las llamadas autodefensas del Maidán incluso bromean con los periodistas, aunque advierten que más allá de su posición siguen actuando algunos francotiradores. "Disparan indiscriminadamente", dice un manifestante, mientras que otro se congratula de que la noche haya sido muy tranquila.

Este viernes se cumplen tres meses de protestas antigubernamentales, que estallaron el pasado 21 de noviembre tras la decisión del Gobierno ucraniano de suspender la firma de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

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