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Reino Unido

Indignación en Reino Unido por la actuación policial en la vigilia por el asesinato de una joven por un agente de Scotland Yard

El gobierno británico va a diseñar una "nueva estrategia" para combatir la violencia contra mujeres y niñas, tras la ola de indignación que ha generado el rapto y la muerte de Sarah Everard, una joven que volvía sola a casa de noche en Londres.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha expresado este lunes la necesidad de que las reivindicaciones y las denuncias de las mujeres sobre la violencia de género sean "debidamente escuchadas", días después de la controvertida intervención policial durante la vigilia por el asesinato de Sarah Everard.

"El tema fundamental que tenemos que abordar como país, como sociedad y como Gobierno es que las mujeres en particular deben sentir que cuando hacen denuncias serias sobre violencia, sobre agresiones, son debidamente escuchadas", ha señalado Johnson, quien ha recalcado que se asegurarán "de que eso suceda".

Durante el fin de semana centenares de mujeres se manifestaron en Reino Unido contra la violencia machista y el asesinato de Everard. Las protestas en Londres fueron sofocadas con violencia y dejaron al menos cuatro personas detenidas por alteración del orden público y por incumplimiento de las restricciones impuestas por el coronavirus.

Cuestionado al respecto, Johnson ha calificado las imágenes de manifestantes reprimidas por los agentes como "angustiosas" y considera "correcto" que se realice una investigación sobre lo sucedido el sábado por la noche, aunque, matiza, sigue confiando en la comisionada de la Policía, Dame Cressida Dick.

"La Policía tiene un trabajo muy, muy difícil. Pero no hay duda de que las escenas que vimos eran muy angustiosas y, por lo tanto, es correcto que Tom Winsor, el inspector de Policía, haga un informe completo", ha dicho.

"La realidad es que el país está unido, todavía en estado de shock y dolor por lo que le sucedió a Sarah Everard y debemos hacer todo lo posible para encontrar las respuestas", ha dicho Johnson en declaraciones a la BBC. Las afirmaciones de Johnson se producen en vísperas de un debate que tendrá lugar en el Parlamento británico sobre un nuevo proyecto de ley de seguridad ciudadana ampliamente puesto en duda por la oposición laborista y colectivos feministas pues no abordaría lo suficiente la violencia que se comete contra las mujeres.

Por su parte, la ministra del Interior británica, Priti Patel, ha asegurado "escuchar a las mujeres", pero ha alertado sobre asistir a manifestaciones por Everard debido a las restricciones vigentes por la pandemia de COVID-19.

En una intervención en la Cámara de los Comunes, recogida por la BBC, Patel ha confirmado que se ha iniciado una revisión sobre los incidentes durante la vigilia del sábado por Everard y ha sostenido que su dolor puede resumirse en que la joven "solo estaba caminando hacia casa".

A su juicio, el caso ha "encendido, con razón, la rabia por el peligro que suponen los hombres depredadores para las mujeres" y ha especificado que "la rabia" que ella siente es "tan fuerte como la de cualquiera". No obstante, ha urgido a la ciudadanía a "no participar en grandes reuniones o protestas", justificando que el Gobierno británico pretende "prevenir que más vidas se pierdan durante la pandemia".

Everard desapareció cuando regresaba a su casa, hacia las 21.00 del miércoles 3 de marzo, después de visitar a unas amigas en el barrio de Clapham, en el sur de Londres. Su cuerpo fue localizado una semana después en una zona arbolada del condado de Kent, en el suroeste del país, y donde fue detenido el agente de Scotland Yard sospechoso, Wayne Couzens. Los restos mortales fueron identificados el viernes.