Una influencer acusada de envenenar a su bebé para ganar dinero y seguidores

La Policía de Australia ha desvelado un caso que implica a una joven de 34 años, conocida en redes sociales, acusada de envenenar a su propia hija de un año con el fin de ganar seguidores y recaudar dinero a través de donaciones. "Filmó y publicó videos de la niña mientras esta sufría una angustia y un dolor inmenso, un contenido que explotó a la infante y se utilizó para atraer donaciones monetarias y seguidores en línea", reza el comunicado de la Unidad de Protección Infantil e Investigación del estado de Queensland. Según la investigación, la mujer administró a la menor varios medicamentos prescritos y otros de uso no autorizado entre agosto y octubre de 2024, intentando, además, ocultar su conducta.

El hospital donde la pequeña ingresó en octubre detectó la presencia de sustancias prohibidas en su sangre y alertó a las autoridades. Fue entonces cuando la madre resultó detenida y acusada de varios delitos, entre ellos tortura, producción de material de explotación infantil y fraude, tras supuestamente haber manipulado la historia médica de la niña para obtener un lucro personal. La bebé se encuentra bajo supervisión médica, mientras las redes sociales de la implicada permanecen cerradas.

Un brote de intoxicación alimentaria

Mientras, en el sur de Europa, la Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía en Córdoba investiga un brote de intoxicación alimentaria asociado al consumo de montaditos de pringá en un local de la capital cordobesa. Hay 44 personas afectadas y una de ellas falleció, si bien las autoridades han precisado que "no se ha podido establecer una relación directa entre su deceso y el brote".

El brote se detectó cuando distintos pacientes presentaron síntomas tras comer el mismo tipo de producto. La Junta de Andalucía explicó que agentes sanitarios inspeccionaron el establecimiento y recabaron muestras de los alimentos para su análisis. Los responsables también están evaluando a los empleados del local, ninguno de los cuales ha mostrado señales de estar contagiado.

Entre las hipótesis manejadas se apunta a la bacteria Escherichia o a Clostridium perfringens como posibles causas de la intoxicación masiva. De las 44 personas afectadas, solo tres requirieron atención sanitaria. Una de ellas falleció, aunque sin que de momento exista certeza de que su defunción guarde relación directa con el episodio infeccioso.

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