Reino Unido
Un informe denuncia racismo, homofobia y misoginia en el cuerpo de bomberos del Reino Unido
Nuevo escándalo en los cuerpos de seguridad británicos: un informe denuncia racismo, homofobia y misoginia en el cuerpo de bomberos.
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Si hace unas semanas salía a la luz el escándalo de la Policía en Inglaterra, son ahora los bomberos los que se enfrentan a una investigación que evidencia abusos en sus filas. Cinco años de investigación han logrado que salgan a la luz casos como amenazas de violación a compañeras o insultos racistas. "Aunque esto podría ser solo la punta del iceberg", han admitido los investigadores.
El cuerpo de inspectores tomó como muestra los valores y la cultura de trabajo de 44 brigadas de rescatistas y bomberos en Inglaterra. Para llevar a cabo el estudio se tuvieron en cuenta los datos recogidos desde 2018.
Sus investigaciones señalan que hubo acusaciones de racismo, homofobia y misoginia en 11 de estas 44 brigadas. Eso sí, todos los alegatos son anónimos por miedo a represalias. El guardián del cuerpo ha dicho que se encuentra "en shock y horrorizado" y que se deben tomar medidas de control para que esto cese.
Un "club para hombres"
Ya el pasado año el comisionado puso a los servicios de bomberos de Londres y Gloucestershire bajo medidas especiales debido a quejas de racismo, misoginia y bullying. El Gobierno ha condenado los hechos y ha dicho que son "realmente preocupantes".
Aquellos que han participado en la investigación y que han dado su testimonio a los inspectores se han referido al cuerpo como una especie de "club para hombres". También han dicho que se sentían incapaces de denunciar estos hechos por miedo a represalias.
Uno de ellos incluso temía que esto le marcase de cara a sus compañeros si se quejaba de los comportamientos ofensivos. Otro decía que, de haberlo hecho, habría sido un "suicidio profesional".
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Humillados por cometer errores
La investigación también ha evidenciado que parte del equipo era humillado si cometían algún error durante las sesiones de entrenamiento. Los gritos y malas palabras por parte de los superiores también formaban parte de la tónica diaria. Llegando incluso a amenazar con "hacer de su vida un infierno" a un bombero que se quejó por comentarios racistas.
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