Ingresar en prisión: Así acaban con el estrés en Corea del Sur

En Corea del Sur el rítmo de la ciudad es desquiciante. No hay tiempo que perder. En las afueras de Seúl, Corea del Sur, han construido una cárcel muy especial. Sus reclusos no son criminales sino ejecutivos estresados que ingresan en busca de paz.

El primer paso es que más les cuesta: entregar el móvil. El segundo: acostumbrarse al silencio. Pasan 20 horas al día dentro de una celda de 5 metros cuadrados. Incluso comen aislados.

14.000 personas se suicidan cada año en Corea del Sur. Entre otros motivos por la presión social y la enorme competitividad. Construir este lugar fue la idea de un abogado agobiado. Por 500 euros a la semana aquí dejan atrás su asfixiante trabajo: "Llevo seis meses en mi trabajo y nunca he descansado " asegura uno de los internos.

Los surcoreanos trabajan más de 2.200 horas al año frente a las 1.700 de España. Jornadas maratonianas que consiguen que a más de uno le entren ganas de tirarlo todo por la ventana.