Italia

La inseguridad se adueña de Nápoles: los adolescentes se matan incluso por unas zapatillas

Al menos cinco adolescentes han muerto por disparos en el último mes en Nápoles.

Imagen de un edificio en Scampia, Nápoles

Imagen de un edificio en Scampia, NápolesEuropa Press

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Un joven de 18 años murió este sábado tras recibir un disparo en la cabeza en una calle del centro histórico de Nápoles. A las pocas horas, el primo del joven fue detenido tras confesar que se le disparó la pistola con la que estaban jugando.

Desgraciadamente, estos no son los únicos casos de adolescente muertos por arma de fuego en los últimos meses. El pasado 27 de octubre, otro joven de 20 años fue alcanzado en la nuca en Chiaiano mientras iba en el coche, aunque pudo salvar su vida.

El pasado 2 de noviembre, en San Sebastián del Vesuvio, un barrio periférico de Nápoles, fue asesinado Santo Romano, de 19 años, por otro joven de 17 años, que había salido de la cárcel en mayo y que le disparó tres veces después de una pelea entre dos grupos, al parecer por haberle ensuciado una zapatilla por un pisotón accidental.

El homicidio de Romano llegó solo una semana después de que dos menores de 14 y 17 años asesinaran también a tiros a otro chico de 15 años en el centro de la ciudad.

Todas estas muertes de chavales que no llegan ni a los 20 años han vuelto a poner de manifiesto la facilidad para conseguir un arma entre los más jóvenes en esta ciudad del sur de Italia. Vidas que quedan destrozadas a causa de las guerras de la Camorra, la violencia urbana, la marginalidad y un sistema que les empuja a las calles y a la delincuencia.

En 2023 subieron un 17% los delitos cometidos por menores en esta zona. Además, el absentismo escolar en la zona metropolitana de Nápoles es de los más altos de Italia. El 16% de los jóvenes de la región de Campania abandona el colegio a los 14 años.

Muchos de esos jóvenes son captados por las familias camorristas que están eligiendo niños, poco más que adolescentes, provenientes de barrios problemáticos. A estos grupos les llaman la "paranza", típico plato napolitano de pescado frito de pequeñas dimensiones.

Todos estos asesinatos, lejos de ser ocultados son ampliamente mostrados a través de redes sociales y altares improvisados en las calles. Francesco Borrelli, diputado de coalición Alianza Verdes-Izquierda que está protegido por escolta desde 2022, explica que los altares o murales en honor de mafiosos o personas vinculadas al crimen organizado se ha trasladado a las redes sociales como Tik Tok.

Esta realidad ha afectado a jóvenes que crecen en estos entornos, como Luigi Caiafa, un menor de 17 años del centro histórico de Nápoles que murió a manos de la policía mientras cometía un intento de robo en 2020.

La aparición posterior de un mural y un altar en su honor llevó a la denuncia del diputado: "Más allá del mural, había un pequeño altar de devoción, como si fuera la virgen María, con la foto del chico y cosas suyas, como un reloj", dice Borrelli. Esto muestra, explica, cómo la zona del casco viejo de dónde era el chico "se identifica con el crimen". Hoy, pese a que la policía tapó el mural con el rostro del joven, en el lugar hay una pintada en su memoria: "Luigi Cafaia vive", dice.

Los altares de la Camorra "se abatieron casi todos años atrás, pero la apología se trasladó a las redes sociales, sobre todo Tik Tok", explica Borrelli.

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