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BRASIL | EN 2008 OCURRIÓ LO MISMO

4.000 personas son evacuadas por las inundaciones en Brasil

Cerca de 4.000 personas han sido evacuadas en el municipio de Campos dos Goytacazes, en el estado brasileño de Río de Janeiro, después de que el dique del río Muriaé se rompiera ante las lluvias torrenciales que asolan el país brasileño esta semana.

Unas 4.000 personas han tenido que ser evacuadas este jueves del barrio Tres Vendas, ubicado en el municipio de Campos dos Goytacazes, en el estado brasileño de Río de Janeiro (sureste), después de que se rompiera el dique del río Muriaé a causa de las lluvias torrenciales de esta semana, según ha informado Defensa Civil.

El diario 'Folha' ha indicado que el dique del Muriaé, que protege a todo el barrio, se ha roto en el punto donde el Departamento Nacional de Infraestructuras de Transporte (DNIT) realizó unas obras de reparación en 2009, provocando una gran riada y un cráter de unos 20 metros en la carretera que conecta el municipio con Itaperuna.

"Según nuestros cálculos, va a inundar todo el barrio, como ocurrió en las inundaciones de 2008, alrededor de las 19.00 horas (22.00 horas en España), porque el dique está solo a 600 metros de distancia", ha dicho el ingeniero de Defensa Civil Luiz Alberto Ribeiro Gomes.

En este contexto, efectivos de Defensa Civil, Bomberos y el Ejército, apoyados por dos aviones militares, se han apresurado a evacuar a la mayoría de los vecinos. "Estamos trabajando para evitar daños mayores", ha dicho el secretario municipal de Defensa Civil, Henrique Oliveira.

Oliveira ha explicado que debido a la repentina ruptura del dique no les ha dado tiempo a elaborar un plan de acción, por lo que han recomendado a los vecinos que huyan hacia las zonas de alta montaña, donde serán rescatados.

El coordinador de Defensa Civil, Edson Barga, ha indicado que, de momento, unas 4.000 personas han sido evacuadas, de las cuales unas 1.200 han sido trasladadas a refugios provisionales, aunque muchos de los residentes en Tres Vendas se han negado a abandonar sus viviendas ante el temor de que sean saqueadas durante la noche.

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