El presidente francés, François Hollande, ha asegurado que las inundaciones que afectaron al sureste de Francia han causado 17 muertos, mientras que cuatro personas permanecen desaparecidas, al tiempo que aseguró que la zona será declarada en estado de "catástrofe natural".
Hollande tuvo un encuentro con periodistas durante su visita al municipio de Biot, al norte de Antibes, donde tres personas fallecieron en una residencia de ancianos que fue inundada por la crecida del río que pasa por la ciudad. El presidente galo estuvo, acompañado por el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve
Hollande ha expresado la "solidaridad de la nación" a los familiares y amigos de las víctimas de las inundaciones. Por su parte, el primer ministro, Manuel Valls, ha manifestado a través de su cuenta de Twitter la "profunda emoción" que siente ante "las terribles consecuencias" de la tormenta y su "apoyo a las familias".
Unos 29.000 hogares siguen sin electricidad por los daños causados por las inundaciones. En algunas ciudades, como en Cannes, las autoridades han procedido a detenciones porque algunas personas habían aprovechado el caos para efectuar robos.
El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, achacó el duro balance de víctimas a "un fenómeno repentino, violento" en el que en dos horas cayeron 175 litros por metro cuadrado, el equivalente a dos meses de lluvia en la zona, según los servicios meteorológicos. Los transportes ferroviarios en la zona registran importantes interrupciones por lo que la empresa nacional de ferrocarriles pidió que se retrasen los desplazamientos.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha enviado un telegrama al presidente de la República Francesa, François Hollande, y al primer ministro, Manuel Valls, en el que les ofrece "toda la colaboración que necesiten para hacer frente a las consecuencias" de las inundaciones que afectan a la región de los Alpes Marítimos del país galo.