Irán mantuvo este viernes una estudiada ambigüedad sobre su amenaza de incumplir el acuerdo de 2015 que limita su programa nuclear, al asegurar que sigue decidido a seguir adelante pero insistiendo en su disponibilidad a ceder si la UE le da suficiente apoyo económico para sortear las sanciones de EEUU.
Irán acudió en Viena a un encuentro de expertos y directores políticos de los países que siguen en el tratado nuclear con un doble discurso: el de lanzar amenazas y el de pedir ayuda.
Teherán anunció en mayo que irá incumpliendo progresivamente sus compromisos en respuesta a la creciente presión y sanciones económicas de EEUU, que en 2018 se salió de un acuerdo que negoció, durante casi dos años, de la mano de China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania, coordinados por la Unión Europea (UE).
Concretamente, Irán amenaza con producir y almacenar más uranio poco enriquecido de lo permitido (300 kilos). Los propios iraníes señalan que se encuentran a menos de tres kilos de superar ese umbral, lo que en todo caso deberá ser confirmado oficialmente por los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). En caso de producirse esa violación, el OIEA deberá informar a su Junta de Gobernadores y al Consejo de Seguridad de la ONU.
Al mismo tiempo, Irán ha dejado claro que si la UE planta cara a Washington y le da el oxígeno económico necesario, se replanteará reactivar su programa nuclear que limitó hace cuatro años para impedir que pueda desarrollar armas atómicas a corto plazo.
Irán aseguró que el encuentro con la UE, China y Rusia fue "más positivo que reuniones anteriores" y que hubo "avances", pero insistió en que "siguen sin cumplirse las expectativas de Irán". Según los iraníes, lo que falta es la posibilidad de vender su petróleo, el principal sector afectado por las sanciones de EEUU. "No creo que el progreso que logramos hoy sea considerado suficiente (por Teherán) como para detener nuestro proceso, pero no es mi decisión", dijo a la prensa el viceministro de Exteriores iraní y negociador nuclear, Abas Araqchi, al término de la reunión convocada para intentar salvar el acuerdo.
El representante iraní insistió en que informará a su Gobierno del resultado de la reunión y dejó abierta la puerta a que los avances de hoy tengan su efecto. De hecho, pese a asegurar que, de momento, el plan sigue siendo incumplir el acuerdo, anunció que dentro de dos semanas habrá una reunión a nivel de ministros para seguir debatiendo el asunto.
La UE anunció que ya está operativo el Apoyo al Intercambio Comercial (Instex, en sus siglas en inglés), el mecanismo diseñado para sortear las sanciones económicas y poder mantener las relaciones comerciales con Irán. Un mecanismo al que China pidió puedan sumarse terceros países y que Irán considera positivo, pero no suficiente. "Para que Instex sea útil para Irán, los europeos deben comprar petróleo o considerar una línea de crédito para este mecanismo, de lo contrario, no es lo que esperábamos", aseguró Arqchi.
Mucho más optimista se mostró el representante chino, Fu Cong, director político de control de armas del Ministerio de Exteriores de China, quien dio por sentado que Irán se mantendrá en los límites del acuerdo. "Estamos muy felices de oír que Irán se mantiene en el acuerdo, es muy importante", aseguró Fu. El representante chino también afirmó que todos los participantes en la reunión coincidieron en lamentar "la retirada unilateral de EEUU (que se salió del acuerdo el año pasado), la imposición de sanciones y su política de máxima presión". En ese sentido, el responsable chino aseguró que su país no dejará de comprar petróleo de Irán.