La pandemia del nuevo coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan ha dejado en las últimas 24 horas en Israel 8.919 casos nuevos, el nuevo récord diario de contagios cuando el país lleva cerca de dos semanas sometido a un nuevo confinamiento.
A última hora del miércoles, el Gobierno de Israel aprobó ampliar el confinamiento otros tres días más, hasta el 14 de octubre. Sin embargo, Benjamin Netanyahu ya avisa de que el confinamiento podría durar un año.
El Ejecutivo también ratificó la decisión de imponer multas de 500 shekels (unos 124 euros) a las personas que sean sorprendidas dentro de una sucá, la morada temporal construida en el exterior de las casas para celebrar el festival judío del Sucot, la Fiesta de las Cabañas.
El lunes, cuando los judíos conmemoraron el Día de la Expiación o Yom Kippur, se celebraron rezos masivos a pesar de las restricciones vigentes por el confinamiento. El Gobierno de Israel ha impuesto además limitaciones a las manifestaciones, que no podrán celebrarse a más de un kilómetro de distancia de las casas de los participantes y que se verán restringidas a grupos de 20 personas.
En aplicación de este segundo confinamiento, los israelíes no están autorizados a alejarse a más de un kilómetro de sus hogares y esta limitación se aplica directamente a las manifestaciones, que antes estaban exentas de restricciones.
La decisión de limitar las protestas ha sido polémica teniendo en cuenta las movilizaciones que se suceden frente a la casa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén, que han congregado a miles de personas.
Los medios han informado de que cientos de personas han protestado el miércoles por noche en Tel Aviv contra las restricciones a la protestas, que comenzarán a aplicarse a partir de este jueves. La Policía arrestó a cuatro manifestantes como sospechosos de haber "causado disturbios" y de haber atacado a agentes lanzándoles objetos.