Las autoridades de Israel sopesan una intensificación de su campaña militar en Gaza a raíz de la supuesta captura de un soldado israelí por milicias palestinas durante un alto el fuego humanitario, que ambas partes se acusan de haber violado.
El gabinete de seguridad israelí se ha reunido en Tel Aviv para analizar las repercusiones de la caída en manos enemigas del soldado, entre ellas, si redefine la operación y se incluyen nuevos objetivos, o si por el contrario se entiende como una consecuencia inevitable del conflicto armado y sigue adelante la misión centrada en destruir la capacidad ofensiva de Hamás y sus túneles.
"Hamás y otras organizaciones terroristas en la Franja de Gaza pagarán las consecuencias de sus actos", ha manifestado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en una conversación telefónica. Netanyahu ha trasladado a Kerry la queja de que a pesar de los compromisos adquiridos por Hamás y otras facciones ante la ONU, de que cumplirían la tregua, ésta ha sido vulnerada "de forma grosera" por la parte palestina, a la que ha acusado de haber atacado a los soldados tras su entrada en vigor.
Milicianos palestinos salieron de un túnel y atacaron por sorpresa a los soldados en el sur de Gaza, asalto en el que uno de los atacantes detonó un cinturón explosivo y mató a dos uniformados, según informó el Ejército israelí, que se refirió a las sospechas de la captura de un tercero, identificado como Hadar Goldin, de 23 años, miembro de la Brigada Givati y de la población de Kfar Saba.
El movimiento islamista Hamás ha negado tener conocimiento del secuestro del soldado, y varios dirigentes, entre ellos el miembro del movimiento político de Hamás en el Líbano, Osama Hamdán, han acusado a Israel de emplear la supuesta captura del soldado para "justificar sus agresiones contra el pueblo palestino".
El portavoz de Hamás en Gaza, Sami Abu Zuhri, ha dicho en un comunicado de prensa que "la declaración de la ocupación israelí de que uno de sus soldados ha sido capturado tiene el objeto de confundir a la opinión pública y justificar la violación del alto el fuego humanitario".
Asimismo, representantes palestinos han denunciado que Israel cometió la primera vulneración del alto el fuego pactado.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, Ashraf al Qedra, declaró a los medios que la primera violación se produjo por parte de las fuerzas israelíes que atacaron a primera hora del día la localidad de Rafah, al sur de Gaza, donde inicialmente se registraron seis heridos, cifra que aumentó con nuevos bombardeos.
Posteriormente, el ministro informó que a lo largo de la jornada cerca de 70 personas murieron por fuego intenso de blindados y cazas israelíes contra esa ciudad y otros puntos de Gaza, lo que eleva por encima de 1.500 la cifra global de fallecidos, mientras que los heridos suman 8.600 desde que comenzó la ofensiva israelí el 8 de julio.
Entretanto, en Israel cada vez se escuchan más voces entre la clase política y los organismos de seguridad que apuntan a que Hamás no está interesado en un alto el fuego y que, por tanto, la respuesta debe ser contundente.
El comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Pierre Krähenbühl, aludió aunque por distintos motivos, a la posibilidad de que Israel finalmente deba hacerse cargo de la población desplazada en Gaza, que suma 250.000 personas, repartidas en 82 escuelas-refugio.