Las congresistas demócratas Ilhan Omar y Rashida Tlaib han
sido vetadas por el gobierno israelí. Netanyahu ha cedido ante la presión de
Trump, que instó a su homólogo en el hebreo a que no dejara entrar en su país a
dos congresistas tan contrarias al actual ejecutivo norteamericano.
A través de Twitter el presidente del país más poderoso del
mundo afirmó: "Mostraría una gran debilidad que Israel permitiera la
visita de las representantes Omar y Tlaib. Odian a Israel y a todo el pueblo judío,
y no hay nada que pueda decirse o hacerse para hacer que cambien de
opinión", ha tuiteado. Por su parte, la presidenta de la Cámara de
Representantes de EE UU, la demócrata Nancy Pelosi, ha afirmado que espera que
el Ejecutivo israelí revierta la decisión, que ha calificado como un
"signo de debilidad", en referencia a las palabras del presidente.
Las declaraciones del republicano son, en su opinión, "un signo de
ignorancia y de falta de respeto, y están por debajo de la dignidad del cargo".
Algo que facilitó que valiéndose de que estas dos congresistas
se han mostrado partidarias del movimiento, que pretende el aislamiento del país
hebreo hasta que no desocupe territorio palestino (BDS), el ejecutivo israelí
aplicó la ley que autoriza al gobierno a vetar el paso en la frontera a
quienes hayan respaldado públicamente este movimiento.
Esta decisión sin precedentes se ha gestado en muy poco
tiempo. Hasta hace unos días todo hacia indicar que estas dos congresistas
partidarias del impingement a la administración Trump iban a poder realizar el
viaje por Jerusalén, Ramala, Hebrón y Belén al que estaban invitadas por la
organización Miftah, dirigida por la dirigente histórica de la Organización
para la Liberación de Palestina Hannan Ashrawi. Pero el gobierno hebreo ha
cedido a las presiones.
Pero la prohibición sólo se extiende a este viaje. Israel
solo ha permitido que Tlaib pueda efectuar una visita humanitaria a sus
parientes en Cisjordania, siempre y cuando se comprometa a no promover el
boicot durante su estancia.