El republicano Jeb Bush mostró en el lanzamiento oficial de su candidatura a las primarias republicanas por la Casa Blanca en Miami la genuina afinidad que tiene con lo hispano, rodeado de su familia bicultural mexicana, con palabras en español y acompañado de políticos y amigos de origen cubano de Florida, donde además de gobernador se hizo "latino honorario".
"Ayúdenos en tener una campaña que les da la bienvenida", aseguró el republicano ante cerca de 3.000 seguidores que lo acompañaron en el centro universitario Miami Dade College (MDC), en el campus de Kendall, un área de mayoría hispana.
"Trabajen con nosotros por los valores que compartimos y para un gran futuro que es nuestro, para construir para nosotros y nuestros hijos", agregó Bush en español, una lengua de uso corriente en su hogar y en su estado adoptivo. La jornada comenzó al ritmo de un bolero cubano a cargo de las "Hermanas Chirino", que tras una tanda de música variada fueron acompañadas por sus padres, Willy Chirino y Lissette Álvarez, en la interpretación del himno nacional estadounidense ("Star-Spangled Banner" en inglés).
"A Jeb le importa toda la gente", resaltó Chirino al recordar su llegada a Estados Unidos como parte de la llamada "Operación Peter Pan", por la que más de 14.000 niños fueron enviados de Cuba a Estados Unidos por sus familias entre 1960 y 1962. Entre esos menores cubanos también llegó Mel Martínez, el primer senador estadounidense nacido en la isla y quien también acudió para mostrar su respaldo a Bush, hijo y hermano de dos expresidentes estadounidenses.
Martínez, exsecretario de Vivienda durante el gobierno de George W. Bush (2001-2009), hermano de Jeb, hizo parte de los políticos emblemáticos de Florida que se hicieron presentes, entre ellos el también excongresista cubanoestadounidense Lincoln Díaz-Balart y el expresidente del Partido Republicano en Florida Al Cárdenas.
"All in 4 Jeb" fue el letrero que todos cargaron, de entre los cuales también estuvo el exgobernador de Puerto Rico Luis Fortuño, en este coliseo universitario para mostrar su apoyo a un republicano de Texas que conecta de forma natural con el grupo demográfico hispano.
El ahora candidato formal a las primarias del Partido Republicano ya había anticipado ayer su nuevo logo "Jeb2016!", a secas, sin el apellido, y un vídeo "Making a Difference" en el que resaltó, al igual que hoy, su trabajo como gobernador de Florida. Bush destacó de sus ocho años a cargo de este estado, la reducción de impuestos, la lucha contra la violencia doméstica, las reformas educativas y el apoyo que brindó a estudiantes discapacitados.
"A Jeb no le importa dónde nacimos, de qué partido político somos, o si hablamos o no hablamos (el inglés), él va a ser nuestra voz", exclamó la colombiana Berthy De La Rosa-Aponte, amiga personal del exgobernador. Esta barranquillera explicó al público que Bush creó becas para discapacitados y se convirtió en la voz de su hija Lucy, quien no puede hablar, no puede caminar, "pero que tiene muchas cosas que decir".
Entre tanto, George Prescott Bush, el mayor de los tres hijos de Bush y la mexicana Columba Garnica Gallo, agradeció a su padre que le haya formado su carácter y enseñado la compasión que este aprendió al guiar su vida bajo la religión Católica.
Recordó que de su padre aprendió que tiene la "obligación" de servir a los demás, antes que a él mismo. "Nosotros no sólo hablamos español, sino que sabemos la importancia de la comunidad latina, y tu, hermano, vales muchísimo", dijo en español el joven político de Texas, donde es director de la Oficina General de Tierras, para luego sentarse al lado de su abuela Barbara Bush, donde se notaba el gran contraste con "los morenitos", como los Bush llaman a sus nietos de origen mexicano.
Allí también, al lado de la matrona de los Bush y en compañía de uno de sus tres nietos, estaba tímidamente sentada Columba, de negro, atenta a las palabras de su esposo por más de cuatro décadas. "Sé que puedo arreglar esto, porque ya lo he hecho", dijo Bush firme, pero sin perder su carácter bonachón.
Sus muestras de verdadera asimilación de la cultura hispana, sin embargo, no fueron suficientes para los estudiantes indocumentados o "soñadores" y algunos de sus padres, que fueron sacados del coliseo tras interrumpir el discurso con una protesta al considerar que no había ofrecido un camino a la ciudadanía.
"Estatus legal no es suficiente", se leyó en sus camisetas fosforescentes antes de ser expulsados. "No estamos en apoyo ni en contra de Bush, lo que queremos saber es la posición que va a tomar sobre la reforma migratoria", dijo a Efe Daniel Barajas, director de Young American Dreamers, cuyos miembros también fueron sacados antes de que comenzara el lanzamiento oficial de la campaña del tercero de los Bush que emprendió su anhelado camino hacia la Casa Blanca.