Faltan 5 días para que Joe Biden tome posesión como nuevo presidente de los Estados Unidos y en el país se extreman las medidas de seguridad en previsión de posibles altercados por parte de seguidores de Donald Trump después del asalto al Capitolio perpetrado en la primera semana del año.
Joe Biden ha anunciado un ambicioso plan que presentará ante el Congreso para reflotar la economía del país y frenar el impacto de la pandemia del coronavirus que en Estados Unidos se ha cobrado ya más de 300.000 vidas y supera los 23,2 millones de casos en su territorio.
"No es difícil ver que estamos en medio de una crisis económica que ocurre una vez en varias generaciones, con una crisis de salud que sucede una vez en varias generaciones", para admitir que "hay un dolor real que abruma a la economía real". "No hay tiempo que perder, tenemos que actuar y actuar ahora", argumentó el líder demócrata que el próximo 20 de enero asumirá el cargo como el presidente 46 de Estados Unidos.
Biden anunció un "plan de rescate y recuperación de dos pasos", que espera sirva de "puente" hacia el otro lado de la crisis. La primera parte del plan de Biden será el llamado "Plan de rescate estadounidense", dirigido a enfrentar la emergencia sanitaria del coronavirus y a brindar "asistencia financiera directa y alivio a los estadounidenses".
El segundo paso lo denominó "Plan de recuperación", y sobre él aseguró que lo dará a conocer en febrero durante una sesión conjunta del Congreso y abarcará inversiones en distintas áreas como la infraestructura y energías limpias.
Tilda el proceso de vacunación como un "fracaso"
El presidente electo se refirió a la urgencia de frenar la expansión de la pandemia de la COVID-19, que ha golpeado con dureza a Estados Unidos, y lamentó que el lanzamiento de la vacuna en el país "ha sido un fracaso estrepitoso hasta ahora".
"Mañana presentaré nuestro plan de vacunación para corregir el rumbo y cumplir con nuestra meta de 100 millones de vacunas al final de nuestros primeros 100 días", anticipó el futuro inquilino de la Casa Blanca, quien se dijo dispuesto a mover "el cielo y la tierra para que más personas se vacunen".