Cáncer
Un joven de 24 años va al médico por una reacción alérgica y descubre que en realidad era un cáncer
Un joven de 24 años descubrió que un bulto en su espalda, que inicialmente pensó que era una reacción alérgica o tiña, en realidad era un linfoma.
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En febrero de 2020, un joven de 24 años que vive en Colchester, Essex, Inglaterra, descubrió un bulto en su espalda que le picaba. Al principio, lo que parecía una simple "picadura de mosquito" o una infección leve desencadenó una serie de consultas médicas. Los médicos inicialmente pensaron que el bulto era una infección por tiña o una reacción alérgica a uno de sus tatuajes, pero tras varias biopsias, se confirmó que tenía linfoma, un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático. El diagnóstico llegó en marzo de 2021.
El joven se ha sometido a siete sesiones de radioterapia desde entonces, con un tratamiento que ha tenido lugar en el Guy's Hospital de Londres. Estos viajes, que Ben realiza desde Colchester, han supuesto un gran desembolso económico para él y su familia. Según Ben, en tres años han gastado alrededor de 3.000 euros en gastos de transporte, incluidos billetes de tren, gasolina y aparcamiento.
El bulto que alertó a Ben apareció poco antes de la pandemia del coronavirus. Tras una primera biopsia, los médicos lo diagnosticaron erróneamente como un bulto de grasa benigno. Más tarde, otro bulto similar apareció en su espalda. Aunque los médicos lo consideraron inicialmente como inofensivo, la pandemia retrasó las citas en dermatología, lo que pospuso un diagnóstico certero hasta febrero de 2021.
Cuando finalmente fue diagnosticado con linfoma, Ben admitió que la noticia fue devastadora. "A los 21 años, ni siquiera te esperas contemplar un diagnóstico así… y cuando escuchas la palabra cáncer, inmediatamente piensas lo peor", confesó. Poco después, fue remitido al Guy's Hospital para recibir tratamiento, que comenzó en junio de 2021.
"Bombardear" las zonas
El tratamiento con radioterapia implicaba "bombardear" las áreas afectadas con radiación, lo que hacía que los tumores se encogieran y desaparecieran. Aunque el tratamiento era corto, de entre dos y seis minutos por sesión, el impacto físico y emocional fue considerable. "Es desalentador ver la gran máquina", explicó Ben, describiendo cómo su piel se enrojecía y bronceaba después de cada sesión.
Junto con la organización benéfica Young Lives vs Cancer, Ben ha comenzado a hacer campaña para que se proporcione mayor apoyo financiero a los jóvenes que, como él, tienen que viajar largas distancias para recibir tratamiento especializado. Según la organización benéfica, las familias de los jóvenes con cáncer gastan una media de 700 euros al mes en costos adicionales, como viajes y alimentación, durante el tratamiento. Young Lives vs Cancer está pidiendo al gobierno que cree un Fondo de Viaje para Pacientes Jóvenes con Cáncer de 10 millones de euros.
Ben está actualmente en observación, aunque ha descubierto nuevos bultos en la parte baja de su espalda que podrían requerir más tratamiento. A pesar de todo, sigue positivo y decidido a "recuperar su vida". También ha participado en actividades organizadas por la organización benéfica, como asistir a Wimbledon, lo que describió como "absolutamente increíble".
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