Publicidad
REINO UNIDO | AHORA QUIERE AYUDAR A QUIEN PASA POR LO MISMO
Una joven con anorexia se recupera gracias a los mensajes positivos de desconocidos en Instagram
Hayley Harris es una joven de 23 años que llegó a pesar 38 kilos cuando padecía anorexia. Su estado cada vez era peor, no quería comer porque se sentía mal y rechazaba la ayuda de sus amigos y familiares. No fue hasta que los médicos le alertaron de la alta posibilidad de sufrir un ataque cardiaco hasta que no fue consciente de su delicado estado. Fue entonces cuando creó una cuenta en Instagram, donde fue publicando fotos de su evolución, y recibió el apoyo de desconocidos que la invitaban a seguir por ese camino.
Hayley Harris es una joven inglesa que padecía anorexia. Apenas pesaba 38 kilos y utilizaba la talla 0 al tener una cintura de unos 55 centímetros. En su día a día sólo tomaba una taza de café solo o una galleta con 0% materia grasa, y con ello aguantaba todo el día.
La joven, de 23 años y natural de Essex, estaba totalmente afectada por la anorexia nerviosa que padecía y los médicos ya la habían alertado del alto riesgo de sufrir un ataque al corazón, por lo que tuvo que ser internada pese a su negativa inicial, recoge el diario británico Mirror.
Afortunadamente, en un momento dado fue consciente de su situación y quiso recuperarse, para lo que Instagram le sirvió de gran ayuda. Creó una cuenta 'bitingback', en la que iba mostrando su progreso, y cientos de desconocidos comenzaron a dejarla comentarios positivos invitándola a seguir por ese camino y a lograr su completa recuperación.
"Quiero mostrar a las mujeres y hombres de todo el mundo que la recuperación es posible", explicaba. Para ello también sirve su cuenta de Instagram, para ayudar a los demás y demostrar que no se está solo en esa lucha.
En declaraciones al diario, señala que durante un tiempo, cuando estaba enferma, se sentía como una "basura". "En el momento en el que iba a beber o comer algo, sabía que me sentiría tan mal después, que apenas bebía un poco de agua", indica.
Sus amigos y familiares le ofrecieron ayuda varias veces, pero ella la rechazó en todas las ocasiones, y sólo fue antes de realizar un viaje, cuando le dijeron del riesgo de padecer un infarto por su débil estado, cuando se dio cuenta de la gravedad de su enfermedad.
El pasado mes de noviembre ingresó en el hospital de forma voluntaria y pasó dos meses bajo un estricto plan de terapia y alimentación hasta que en enero fue dada de alta. Ahora ah vuelto a tener un peso saludable y ha recuperado su confianza gracias a Instagram.
Publicidad