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ENTERRADA VIVA
Una joven paquistaní es asesinada por sus familiares por casarse sin consentimiento
Una joven de un pueblo del sur de Pakistán fue asesinada, según algunos vecinos enterrada viva, por varios de sus familiares tras haber osado casarse con un hombre de otro clan, informó una fuente policial de la zona.
"La joven murió hace dos semanas a manos de sus tíos y otros familiares, pero su padre y una hermana no lo denunciaron hasta hace dos días. Ahora estamos investigando el crimen", dijo un responsable policial del distrito donde ocurrió el incidente, Abdul Haq Bhutto. La fuente dijo que la Policía no puede confirmar el relato de algunos vecinos de la zona, que declararon al diario local Express Tribune que la joven, de 17 años e identificada como Sugra, intentó huir de sus agresores y fue enterrada viva.
"Los detalles los sabremos cuando se complete la investigación, que incluirá la exhumación del cadáver", afrimó Bhuto, responsable policial del área de Sanghar, donde se halla la aldea en la que ocurrió el asesinato, Jhol. La Policía conoce la identidad de varios de los agresores, pero hasta ahora no ha habido ninguna detención. La víctima decidió hace dos meses huir y casarse con un hombre de otro clan sin el consentimiento de su familia, por lo que un consejo tribal de su clan decidió castigarla y contactó con ella para ofrecerle que volviera. "La engañaron y le dijeron que no le pasaría nada, pero en cuanto llegó la mataron varios de sus familiares. Entre los responsables no están ni su padre ni sus hermanos", detalló el responsable policial.
Los llamados "crímenes de honor" son muy habituales en el sur de Asia y suelen implicar a varones de una familia que vengan lo que consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral familiar de las sociedades locales. Hace un mes, un hombre y una mujer fueron lapidados por adulterio a manos de un grupo de vecinos en el distrito de Loralai, en el oeste de Pakistán, después de que un clérigo local ordenara su ejecución.
A pesar de una prohibición expresa del Tribunal Supremo al respecto, la justicia paralela es impartida a menudo por consejos tribales bajo la supervisión de clérigos locales. Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), casi un millar de mujeres -cien de ellas menores- murieron en 2012 en el país por este tipo de crímenes, aunque el organismo alerta de que el número puede ser mayor porque muchos casos pasan desapercibidos.
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