Brasil
Un joven permanece cuatro días de fiesta sin darse cuenta de que le habían disparado en la cabeza
El joven pensó que le habían tirado una piedra al detenerse la hemorragia, pero en realidad le habían disparado.
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Un joven de 21 años estuvo cuatro días de fiesta sin darse cuenta de que le habían disparado en la cabeza. El disparo le dejó una bala alojada en el cerebro. Los hechos han ocurrido en Río de Janeiro, Brasil.
Mateus Facio pensó que alguien le había tirado una piedra en la cabeza cuando se encontraba de fiesta en Nochevieja. Además, al detenerse rápidamente la hemorragia se olvidó de la herida y del golpe.
"Se detuvo la hemorragia, nos fuimos, me duché y salí de fiesta", recuerda al programa de televisión brasileño 'Jornal Nacional'. El joven estuvo los siguientes cuatro días de fiesta ignorando el golpe recibido.
Después de los cuatro días de fiesta decidió buscar ayuda médica porque tenía espasmos en el brazo derecho. El joven explicó que fue al hospital dos días después de su viaje durante el cual tuvo que dejar de conducir repetidamente debido a los espasmos. Según dijo, el viaje duró siete horas en lugar de las cuatro horas y media habituales.
Al realizarse una tomografía computarizada, los médicos encontraron una baja alojada en el cerebro. Al momento se sometió a una operación que le salvó la vida y pasó dos días en cuidados intensivos. El joven se recupera ahora en el sur de Brasil.
El neurocirujano, Flavio Falcometa, explicó que "parte de la bala penetró en su cerebro, lo que provocó una compresión en esa zona y provocó movimientos involuntarios de su brazo". "Si hubiera terminado a unos milímetros de donde lo hizo, podría haber causado daños mucho más graves y dejarle un brazo o un lado del cuerpo paralizado", explica.
Falcometa explicó que el joven necesitaría un mes de recuperación para "continuar con su vida normal".
Se investiga el disparo
La Policía le tomó declaraciones después de conocer que los problemas de espasmos estaban causados por una bala. Seguidamente, analizaron la bala extraída para comenzar una investigación sobre quién le disparó.
Los detectives de Cabo Frío tratan de esclarecer quién disparó el arma que podría haber matado al joven. Su madre, aliviada, dijo que es "inexplicable cómo alguien puede tener una bala alojada en la cabeza durante cuatro días y sobrevivir". "Siento que mi hijo ha nacido de nuevo", dijo.
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