El kamikaze del metro de Bruselas había adoptado la identidad de un futbolista que jugó en el Inter

La investigación del doble atentado de Bruselas sigue dejando detalles de los hermanos El Bakraoui, los kamikazes en el aeropuerto internacional de Zaventem y en la estación de metro de Maelbeek, ataques en los que fallecieron al menos 31 personas y otras 300 resultaron heridas. Son datos con los que las fuerzas de seguridad belgas tratan de justificar la dificultad de la investigación y de la prevención del 22-M. Así, la Fiscalía federal, en un gesto que puede ser interpretado como una forma de señalar que desconocía los vínculos terroristas de Ibrahim El Bakraoui, el terrorista que se inmoló en el aeropuerto, señaló que no fue hasta diciembre cuando apareció en una investigación terrorista el nombre de su hermano, Khalid, que se hizo saltar por los aires en la estación de metro.

En concreto, precisó que Khalid se había hecho pasar por Ibrahim Maaroufi para alquilar una vivienda en la ciudad de Charleroi, al sur de Bélgica. Falsificó su identidad, que se corresponde con la de un jugador de fútbol que incluso llegó a debutar con el Inter de Milán. Se trata de un centrocampista marroquí que llegó a jugar en selección sub-21 de Bélgica antes de decantarse por el combinado nacional de su país. Tras comenzar su carrera en el Anderlecht y el PSV Eindhoven, recaló en el Inter, donde Roberto Mancini le hizo debutar con el primer equipo el 25 de octubre de 2006; tenía 17 años y fue contra el Livorno, en un partido de la Serie A y por apenas ocho minutos tras sustituir a Dejan Stanković en el minuto 82. Con el conjunto de Milán jugó otros cuatro partidos de la Copa de Italia, antes de ser cedido al Twente en la temporada 2008-09 para que ganara experiencia.

Desde el 1 de diciembre, Ibrahim Maaroufi milita en el FC Schaerbeek belga, que recibe el nombre precisamente del distrito de Bruselas desde donde Ibrahim El Bakraoui y otros dos presuntos terroristas cogieron el taxi que les trasladó al aeropuerto para perpetrar el atentado.

Más allá del nombre falso adoptado por Khalid El Bakraoui, la investigación policial apunta que el piso que él alquiló en Charleoroi sirvió de escondite al grupo terrorista que cometió los atentados en París el 13 de noviembre, con 130 muertos. Esa vivienda fue registrada el 9 de diciembre y las sospechas condujeron dos días después a emitir una euroorden y un mandato de detención internacional contra él por "terrorismo".