Guerra Ucrania Rusia
El Kremlin asegura la destrucción de dos depósitos de combustible en Mykolaiv horas después del bombardeo en Odesa
Mientras tanto, miles de personas siguen huyendo de Lisishansk, el último enclave en el Dombás en manos de Ucrania.
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Las condenas y las críticas internacionales contra Rusia se multiplican el acoso al suroeste de Ucrania continúa. El Kremlin ha asegurado haber destruido dos depósitos de combustible en Mykolaiv, una ofensiva que se produce horas después del bombardeo contra un bloque de viviendas en Odesa. Mientras tanto, son miles de personas las que siguen huyendo de Lisishansk, el último enclave en el Dombás en manos de Ucrania.
De hecho, la Fiscalía de Menores ucraniana ha denunciado este sábado que al menos 344 niños han muerto y en torno a 640 han resultado heridos en ataques perpetrados por Rusia desde el comienzo de la invasión a Ucrania a finales del mes de febrero.
La mayor parte de las víctimas infantiles, contando fallecidos y heridos, se han registrado en la región de Donetsk (340), la región de Járkov (185), Kiev (116), Chernígov (68), Lugansk (61), Mikoláiv (53), Jersón (52) y en la región de Zaporiyia (31).
A pesar de esto, parece que no todo son malas noticias para Kiev ya que Ucrania asegura haber recuperado totalmente la estratégica isla de las Serpientes además de su capacidad de ataque sobre las regiones controladas por los rusos. Mientras tanto, en Mariúpol ha aparecido una nueva fosa con más de cien cadáveres aunque, con la finalidad de lavar su imagen, parece que el Kremlin ha comenzado a reconstruir a toda velocidad.
Del medio millón de habitantes que vivía en Mariúpol antes de comenzara la guerra, apenas quedan en la ciudad unas cien mil personas. Por otro lado, las líneas de viajeros han empezado a funcionar entre la ocupada Crimea y los últimos territorios invadidos por Rusia.
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El último balance de víctimas civiles de Naciones Unidas, a fecha de 27 de junio, cifra en 330 los niños fallecidos y en 489 los heridos para un total de 4.731 civiles muertos y 5.900 heridos desde el principio de la invasión.
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