Este viernes se repetía la imagen que hace una semana impactó en Alemania. En Reino Unido, decenas de ataúdes se apilan unos sobre otros ante la pesimista evolución de la pandemia, que cada día suma más de 1.000 fallecidos. El país británico es el primero de Europa en superar las 100.000 muertes por coronavirus desde el inicio de la pandemia.
La tercera ola del coronavirus ha golpeado con fuerza en Reino Unido, donde hace apenas un mes se informó de la nueva variante de la enfermedad. Más transmisible y contagiosa, el país repitió varias jornadas en las que las infecciones superaban los 60.000 casos diarios.
Reino Unido ve ahora la luz al final del túnel en cuanto a número de casos. Sin embargo, estas cifras no parecen estabilizarse en las muertes a causa de la enfermedad ni tampoco en la presión asistencial de los hospitales británicos.
En el país, se solicitó la ayuda del cuerpo nacional de bomberos para trasladar a pacientes, ante el colapso y el desbordamiento de las ambulancias que provocó el ascenso en vertical del coronavirus.
En las últimas 24 horas, el país británico registró más de 1.200 muertes a causa de la enfermedad. Las víctimas mortales no paran de crecer en Reino Unido, donde las funerarias sufren ahora también las consecuencias. Decenas de ataúdes se apilan en sus almacenes, la mayoría de ellos con fallecidos por coronavirus, dejando terribles imágenes que recuerdan, una vez más, la gravedad de la pandemia.
Más de 7 millones de vacunados en Reino Unido
Mientras algunos países Europeos, como España, Francia o Alemania, padecen la escasez de dosis, en Reino Unido no parecen sufrir las consecuencias de esta grieta.
En el país británico se empezó la vacunación antes que en otros lugares y parece que esta estrategia está dando resultado. Ya son más de 7 millones de ingleses los vacunados contra el coronavirus y Boris Johnson pretende seguir pisando el acelerador para cumplir con el calendario previsto.
Mientras que en Reino Unido sobran las dosis, la Comisión Europea aumenta su tensión con AstraZeneca por las incógnitas de su contrato y la reducción de viales acordados.
Por el momento, Boris Johnson aclara que no colaborará con sus vecinos europeos hasta que no se cumpla su objetivo, vacunar contra el coronavirus a gran parte de su población para vencer a la enfermedad que ha paralizado al mundo entero.
