La manifestación antirracista por la muerte de George Floyd en Bruselas derivó anoche en disturbios y saqueos en la capital de Bélgica, donde fueron detenidas 239 personas.
En plena epidemia del coronavirus, la primera ministra de Bélgica, la liberal Sophie Wilmes, ha criticado al alcalde de Bruselas por permitir una manifestación con 10.000 asistentes y en la que no se guardaron las medidas de seguridad y el distanciamiento social recomendados ante la COVID-19.
Lo cierto es que cerca de 10.000 personas participaron en la concentración frente al Palacio de Justicia, en el centro de Bruselas, una manifestación aprobada aceptada por el burgomaestre de Bruselas, el socialista Philippe Close, y a la que se oponía la primera ministra, la liberal Sophie Wilmes, por la pandemia de coronavirus.
La manifestación antirracista, en la que la mayoría de participantes lucía mascarilla pero donde era muy complicado mantener la distancia de seguridad al tratarse de una multitud, se desarrolló sin incidentes hasta que tras el acto unos centenares de personas se enfrentaron a la policía y saquearon comercios en el centro de Bruselas.
"La causa es justa y debe poder expresarse. Ninguna duda sobre eso. Pero a la vista de las imágenes lamento que no haya sido posible encontrar una alternativa que respete las consignas sanitarias y los esfuerzos de los que están en primera línea en la lucha contra la epidemia", denunció en Twitter la primera ministra.
En un segundo mensaje, Wilmes informó que se reunirá con los responsables políticos locales para sacar "conclusiones del fin de semana, también en el plano sanitario”.
Las protestas por el asesinato de George Floyd en Minneapolis se han sucedido durante el fin de semana en distintas ciudades europeas, como Alemania, Holanda o España.
