Activistas ecologistas y anticapitalistas desfilaron este domingo en el centro de Bayona con retratos del presidente francés, Emmanuel Macron, sustraídos en ayuntamientos y presentados boca abajo, para protestar contra sus políticas en plena cumbre del G7 de Biarritz.
El objetivo de esta 'marcha de los retratos', a unos pocos kilómetros de la cumbre, era denunciar en particular la acción sobre el clima y las políticas sociales de Macron, según explicaron algunas de las OGN organizadoras como Alternatiba, ANV-COP2 y Bizi.
Los participantes en la marcha, "más de 900", según precisó Bizi en su cuenta de Twitter, gritaron proclamas como "¡uno, dos, tres grados, es un crimen contra la humanidad!".
Algunos de ellos denunciaron, en particular la imagen que pretende ofrecer el jefe del Estado francés como líder internacional en la lucha contra el calentamiento global.
Las imágenes de Macron que blandían habían sido "requisadas" (según la terminología de estas ONG) en Ayuntamientos durante los últimos meses dentro de una campaña para dejar los muros de las que colgaban vacíos y poner en evidencia "el vacío" de su política en materia climática.
En la práctica, las sustracciones de esos retratos oficiales ha dado lugar a múltiples procedimientos judiciales y algunos de los presuntos autores -que actúan a cara descubierta y sin violencia- han sido condenados a multas. Teóricamente podrían ser sentenciados incluso a penas de prisión.
Esos antecedentes habían hecho temer que se produjeran incidentes, algo que finalmente no ocurrió. Las dos plataformas organizadoras de la 'contracumbre' del G7 (que reúne a decenas de ONG) indicaron, por su parte, este domingo en un comunicado que suspendían la protesta que habían previsto por la mañana al considerar que no se daban "las condiciones para el buen desarrollo de la acción".
Horas antes, ya habían decidido renunciar a una serie de concentraciones programadas inicialmente en torno a Biarritz por "el sobredimensionado dispositivo y el ambiente policial que reina en el territorio, clima policial que prevalece en el País Vasco".
A su parecer, no se dan "las condiciones mínimas para poder realizar una movilización que garantice la seguridad y la integridad física de las personas participantes".
El dispositivo de seguridad francés está formado por 13.200 policías y gendarmes. El sábado, en la primera jornada de la cumbre del G7, esas dos plataformas habían organizado una manifestación entre Hendaya e Irún, en la que participaron entre 9.000 y 15.000 personas, según las fuentes, y que se desarrolló sin incidentes. Por la tarde, un desfile en Bayona con varios cientos de personas que no había sido declarado ni autorizado, del que estaban desvinculados los promotores de la "contracumbre", degeneró en enfrentamientos con la policía. Hubo 68 detenidos, de los cuales 38 quedaron bajo custodia en comisaría.