Arranca el mandato de la nueva Comisión Europea de la alemana Úrsula Von der Layen. Por primera vez una mujer va a dirigir el gobierno de la Unión y lo hará con el plantel de comisarios más paritario de la Historia, formado por 12 mujeres y 15 hombres.
Un ejecutivo inédito en muchos sentidos porque además comienza con 27 representantes y no 28. Es una anomalía que un estado miembro como el Reino Unido, que todavía sigue siendo un socio más, -con sus derechos y sus obligaciones-, no tenga comisario propio.
Pero la razón hay que buscarla en el número 10 de Downing Street, ha sido Boris Johnson el que no ha querido mandar a un candidato amparándose en que el país se encuentra en periodo electoral. De hecho, en Bruselas se ha visto forzados a abrir un procedimiento de infracción contra Londres que podría acabar con sanciones en el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.
España estará representada con un comisario fuerte en una cartera importante. Josep Borrell dirigirá la diplomacia comunitaria los próximos cinco años. Un puesto que conlleva muchos viajes y pasar muchas semanas fuera de Bruselas.
Su reto será poder asistir de forma asidua a los Colegios de comisarios (similar a los Consejos de ministros en España), lugar donde se toman las decisiones y donde Borrell deberá defender los intereses de España en múltiples sectores.
Esta nueva Comisión tendrá muchos desafíos por delante; y en todos ellos se advierten dificultades. Von ser Layen marcará muy pronto sus prioridades.
El día 11 de diciembre presentará su Plan Verde, dejando claro que la lucha contra el cambio climático será una de sus grandes batallas y que Europa debe liderar esta iniciativa en el mundo.
El brexit será otro de los retos inminentes. Londres abandonará el club comunitario (si no hay nuevos sobresaltos) el próximo 31 de enero.
La economía seguirá siendo foco de preocupaciones. Los expertos coinciden en que nos encaminamos hacia unos años de bajo crecimiento y eso puede hacer que Europa no despegue y acabe afectando al empleo de los ciudadanos.
Y otro dolor de cabeza para la alemana será la tensa relación con Donald Trump. Los Estados Unidos han sido y deben ser un socio prioritario y entrar en una peligrosa guerra de aranceles no le conviene a nadie. La Unión Europea debe cuidar ese terreno antes de que sea demasiado tarde.
En su primer acto oficial, Von der Leyen ha prometido dejar «una UE más fuerte» que la que recibe. Veremos.