Para la vacuna contra el coronavirus tendremos aún que esperar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) admite que una de sus mayores preocupaciones es cómo se repartirá una vez que esté lista.
Piden que todas las naciones, ricas y pobres, tengan acceso a la cura: "Debemos mover cielo y tierra para asegurar un acceso equitativo a las pruebas diagnósticas, terapéuticas y a la futura vacuna", explicó el director general de la OMS.
"La vía más rápida para acabar con la pandemia y acelerar la recuperación económica mundial es asegurarnos de que haya personas vacunadas en cada país, no que se vacune a toda la población de solo algunos países", dice Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La Organización Mundial de la Salud ya ha anunciado la lista inicial de 156 países que se han unido a la red COVAX para el desarrollo, producción y distribución equitativo de la vacuna contra el coronavirus cuando ésta sea descubierta, en la que sin embargo brillan por su ausencia China y Estados Unidos.
La lista incluye 64 países de ingresos medios o altos que participarán en la financiación de estas vacunas, entre ellos los de la Unión Europea (UE), Japón, Australia, Argentina, Perú o Colombia, y 92 economías más pobres que recibirían masivamente dosis, como la India, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Bolivia o muchas naciones africanas.
Los principales objetivos de esta alianza son "garantizar que todos los países tengan acceso a una vacuna al mismo tiempo" y conseguir unos 2.000 millones de dosis (suficientes para vacunar a uno de cada siete seres humanos) antes del final de 2021, explicó Ghebreyesus.
Vacunar solo países ricos no serviría
"O nadamos todos juntos o nos hundiremos juntos", subrayó el experto etíope en rueda de prensa para pedir mayor compromiso mundial en esta red. En su opinión eso "ayudará a controlar la pandemia, salvar vidas, acelerar la recuperación económica y garantizar que la carrera por la vacuna no es una competición".
Nueve candidatas a vacuna se han unido también a la red COVAX de desarrollo y distribución, entre ellas dos que se encuentran en la última fase de experimentación, la de la estadounidense Moderna y la de AstraZeneca junto a la Universidad británica de Oxford, cuyo estudio fue interrumpido durante unos días pero ya ha sido reanudado.
Otros laboratorios comprometidos pero con investigaciones menos avanzadas son los estadounidenses Inovio y Novavax, el alemán CureVac, el Instituto Pasteur francés en alianza con el norteamericano Merck y el austriaco Themis, la china Clover Biopharmaceuticals y los de las universidades de Hong Kong y Queensland (Australia).
Casi un millón de fallecidos en el mundo
Los avances en el mecanismo para distribuir mundialmente una posible vacuna contra el coronavirus se anuncian en un momento en el que la pandemia sigue acelerando su avance, con casi 31 millones de casos en el planeta y cerca de 960.000 muertos.
América concentra la mitad de los casos en el mundo, con 15,5 millones, mientras que Asia supera los 6,1 millones, y en ambas regiones se registran más de 100.000 casos diarios, aunque la curva se ha estabilizado durante la última semana.
Por contra, Europa, con 5,1 millones de casos, roza los 70.000 diarios, cuando en marzo o abril contabilizaba unos 40.000 en los peores días de la etapa de confinamiento, si bien ahora hay un porcentaje mucho menor de pacientes graves y muertes por jornada.