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SIRIA SE PREPARA

La ONU avisa de una "tormenta perfecta" en caso de una ofensiva en Idlib

Los peores pronósticos se ciernen sobre Siria. El régimen de Bashar Al Asad se dispone a asaltar Idlib, el último enclave del país aún en manos de los rebeldes. Rusia e Irán, los principales aliados del dictador sirio, han rechazado hoy la petición de frenar esta ofensiva. Según Naciones Unidas, podría ser la más sangrienta de esta guerra que ya cumple siete años y que ha causado más de medio millón de muertos.

La ONU avisó hoy que una ofensiva del régimen sirio contra la provincia de Idlib, último bastión opositor, puede crear una "tormenta perfecta" y la peor catástrofe humanitaria de la guerra. "Una batalla por Idlib sería una batalla horrible y sangrienta.

Los civiles son las potenciales víctimas y hay peligros, en caso de un ataque a gran escala, de incidentes o de una rápida escalada entre actores regionales e internacionales", advirtió el enviado de la organización para Siria, Staffan de Mistura. El diplomático compareció por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que hoy analiza la situación en Idlib mientras en Teherán se reúnen los líderes de Turquía, Rusia e Irán para decidir el destino del feudo rebelde.

De Mistura, el principal mediador internacional en la guerra siria, insistió en la importancia de frenar la gran ofensiva que preparan el Gobierno de Damasco y sus aliados. En Idlib, explicó, hay efectivamente grupos terroristas, como asegura el Gobierno de Bachar al Asad, pero también opositores que se trasladaron allí dentro de acuerdos con las autoridades y una gran mayoría de población civil. De Mistura dijo al Consejo de Seguridad que tiene propuestas sobre posible fórmulas para "separar" a los terroristas de otros rebeldes armados.

Su intención original era presentarlas a las potencias en conversaciones a puerta cerrada, pero Estados Unidos le solicitó que lo hiciese en público, para cumplir con su compromiso de celebrar todas las reuniones en formato abierto durante su mes al frente del Consejo de Seguridad.

De Mistura accedió, pero pidió algo de tiempo para preparar su presentación mientras continuaba el debate entre los Estados miembros. Según la ONU, de los al menos 2,9 millones de personas que viven en la provincia un 98,5 por ciento son civiles, un millón de ellos niños y 1,4 millones personas desplazadas de sus hogares. "Después de Idlib no hay otro Idlib", avisó De Mistura, en referencia al papel de la provincia como refugio de población que huyó de zonas rebeldes a medida que eran recuperadas por el Gobierno.

En la sesión intervino también el director de Operaciones Humanitarias de la ONU, John Ging, quien explicó los preparativos que la organización y sus socios están llevando a cabo para atender a la población. Ging aseguró que una ofensiva en Idlib puede crear una "emergencia humanitaria de una escala aún no vista durante la crisis" siria.

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