Una plaga de langostas del desierto se extiende por Uganda, Kenia, Etiopía y Sudán del Sur, donde ya hay 11,9 millones de personas en inseguridad alimentaria severa.
La plaga, según la alerta emitida por World Vision, podría llegar a afectar a 32 millones de personas y, de continuar así, las langostas podrían arruinar la temporada de producción de cultivos básicos en esta región, lo que dejará escasez de comida y un gran aumento de los precios.
"El mayor impacto de la infestación de langostas no se sentirá hoy, pero si en las próximas semanas y meses", alertó Joseph Kamara, director regional de Emergencias de World Vision en África Oriental.
Las poblaciones afectadas, incluidos millones de niños, sentirán entonces la pérdida de los pastos y el acceso limitado a los productos alimenticios. En su opinión, no se trata solo de la amenaza inmediata de los enjambres de langostas actuales, sino también de las implicaciones de la inseguridad alimentaria.
"La pérdida de pasto producirá movimientos de población y tensiones crecientes en entornos que ya son complejos", agregó.
Según Kamara, "la necesidad clave en estos momentos es la financiación", para que las comunidades puedan participar y diseñar soluciones a medida que apoyen las macro acciones del gobierno.
También se necesitan recursos para promover la recuperación temprana de las áreas afectadas y realizar operaciones intensivas de control terrestre y aéreo, con el fin de detectar y reducir las poblaciones de langostas, evitar la formación de enjambres y la propagación a otras áreas.