Las cifras que se manejan hoy es que ya han más de 6.000 personas contagiadas por culpa del coronavirus y que, además, ha provocado la muerte de 132 personas.
En el día de hoy, 206 ciudadanos japones residentes en la ciudad de Wuhan ya han vuelto a su país de origen. Del mismo modo que otros países como Estados Unidos que ya han iniciado los trámites para repatriar a sus ciudadanos, aunque han decidido que harán una primera parada en un aeropuerto de Alaska.
Por su parte, Filipinas y Australia también han anunciado hoy que evacuarán a sus ciudadanos. Los australianos serán llevados a un centro de detención de la Isla de Navidad dónde permanecerán en cuarentena durante 14 días. Hasta allí acudirán médicos especializados para asistirles y darles el tratamiento adecuado.
Francia también pondrá en cuarentena a sus ciudadanos repatriados mientras que el Reino Unido llevará a sus evacuados a una base militar. Por otro lado, en España, el Ministerio de Sanidad y el de Asuntos Exteriores trabajan conjuntamente para traer de vuelta a la veintena de españoles que residen en la ciudad china de Wuhan.
Mientras tanto, en China la psicosis por prevenir el contagio se está adueñando del país. La imagen que reina es la de todo el mundo con mascarillas o técnicos midiendo la temperatura corporal. Ya hay incluso pueblos alejados del centro de la ciudad que han decidido poner controles para supervisar quién entra de fuera.
El miedo al contagio ha llevado a limpiar en extremo aeropuertos, aviones y estaciones de tren. Sobre todo porque según los científicos chinos esperan el pico más alto de la enfermedad en siete días.
