Pese a los llamamientos de que se mantengan las restricciones, algunos países como España intentan impulsar los viajes, al menos dentro del continente. Esta semana los 27 países de la Unión Europea han dado pasos decisivos hacia un pasaporte sanitario europeo. La medida podría estar lista en junio y activaría un sector esencial para los países del sur de Europa.
Hay mucho interés en que se aplique esa medida desde Portugal, desde Grecia, e Italia... la idea es que ese documento, que va a ser digital, puede ahorrar a los viajeros guardar cuarentena y eso ya es un gran paso.
No sólo va a incluir información personal y, por ejemplo, si estamos vacunados o no, con qué vacunas y con cuántas dosis. También va a incluir información sobre si hemos pasado la enfermedad, es decir, si tenemos un escudo, defensas, o si podemos certificar con una PCR que no llevamos el virus. Por lo tanto, es mucho más que un pasaporte, es un historial que podría ser vital para la industria del turismo español y también para sus mejores clientes: los británicos.
Reino Unido es con mucha diferencia el principal emisor de viajeros. En un año normal hasta 18.000 millones de británicos visitan España y en este 2021 parece que las ganas por visitarnos continúan. Como prueba, cuando esta semana se supo que a partir del 17 de mayo podría ser posible viajar al extranjero las reservas se dispararon.
La clave ahora es hacerlo con seguridad. De ahí, que el Gobierno británico haya dado un giro de 180 grados y admita ahora la necesidad de emitir certificados de inmunidad. De hecho, una comisión oficial estudia ya cómo articularlos y hay conversaciones bilaterales ya en curso en países como Grecia.