Lander Cerrillo, un donostiarra encerrado en un búnker en Israel: "Asusta ver cómo Hamás rapta a gente"

Israel continúa en alerta tras los ataques de Hamás cometidos este fin de semana. La situación ha provocado que las alarmas antiaéreas vuelvan a activarse en varios puntos. La población nunca había vivido lo de estos últimos días y son miles los ciudadanos que buscan cómo volver a sus hogares.

Es el caso de Lander Cerrillo, un joven vasco de 24 años y residente en Israel desde hace dos años. Lander se trasladó hasta Israel al firmar un contrato con una compañía de danza, un sueño que se ha cumplido en una pesadilla tras el ataque.

El joven donostiarra vive con otros tres chicos de diferentes nacionalidades. Los cuatro se encuentran a 45 kilómetros de Gaza. Lander asegura querer volver a España, pero a pesar de que "todas las embajadas les están proporcionando aviones para volver, el único que no tiene un avión para volver soy yo".

"El único que no tiene un avión para volver soy yo"

Hasta que pueda volver a España se refugia en un búnker que tiene en su casa. "Está esta ventana de acero para que no entre ningún proyectil", explica. Desde que Hamás atacó a Israel, Lander apenas ha salido del búnker.

"Asusta ver cómo los de Gaza, los de Hamás, se acercan con metralletas, cómo están raptando gente. Se han llevado a gente que son familiares de amigos míos, se los han llevado, los han matado", ha manifestado.

España envía dos aviones militares

Como Lander, miles de españoles intentar regresar a casa. Españaenviará este martes dos aviones A330 para traer a unos 500 españoles desplazados por turismo o negocios a Israel. Uno de ellos salió a las 15:30 horas y está previsto que llegue a Tel Aviv a las 20:00 horas para embarcar a parte de los desplazados.

A esa hora saldrá de España una segunda aeronave del mismo tipo para evacuar al resto de españoles que han visto sus vuelos comerciales cancelados. La evacuación se ha coordinado con la embajada de España en Israel y se prevé que se produzca con normalidad, ya que el aeropuerto de Tel Aviv está asegurado.

La presencia de españoles con residencia en Israel es mínima, ya que de los 9 millones de habitantes que tiene el país son 7.276 españoles los que viven allí, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El Consulado General de España en Jerusalén ha recordado que el teléfono de emergencia consular es el +972 599 276538. La Embajada de España en Israel también ha informado en X, antes Twitter, de los modos de contacto.

Otros países envían aviones de evacuación

Otros países de todo el mundo también han enviado aviones para evacuar a sus ciudadanos. El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, anunció la llegada al aeropuerto de Roma de los primeros 200 ciudadanos evacuados desde Israel. Polonia consiguió evacuar a 600 ciudadanos y Brasil envió dos aviones de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) hacia Roma para poder aguardar la autorización de Israel y acceder al territorio y evacuar a los ciudadanos brasileños que han pedido ayuda para salir del conflicto.

Una guerra, "larga y difícil"

Israel ha resaltado que la guerra, "larga y difícil", ha entrado en "horas significativas" y ha confirmado que continúan los "bombardeos masivos" cuatro días después del ataque en la Franja de Gaza. La población se amontona en los supermercados en busca de productos. "Nos están diciendo que recopilemos comida y agua para las próximas 72 horas por lo que pueda pasar", explica Marta, otra residente en el país.

El balance de víctimas por los bombardeos ha ascendido a 830 muertos y al menos 4.250 heridos, según han confirmado las autoridades gazacíes. "830 ciudadanos han caído mártires y 4.250 han resultado heridos por la agresión de las fuerzas de ocupación", ha informado el Ministerio de Sanidad gazací, controlado por Hamás.

A este balance de víctimas se suman más de 19 palestinos muertos y 110 heridos en operaciones y enfrentamientos, mientras que Israel ha confirmado hasta ahora más de 900 muertos y 2.700 heridos desde el inicio de la ofensiva de Hamás.

Los heridos se acumulan en los hospitales, mientras los médicos trabajan a contrarreloj. "Nunca me había planteado volver a ver a un paciente con 10 tiros en el cuerpo", explica uno de los médicos españoles de la zona.

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