Al menos seis personas han muerto tras el derrumbe de un puente peatonal recién instalado y todavía en construcción sobre la conocida Calle Ocho de Miami, en Estados Unidos.
El puente fue diseñado para conectar unos edificios de apartamentos de estudiantes con el campus principal de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Se trataba de una construcción innovadora desarrollada por dicha universidad con ingeniería de vanguardia y que contaba con una pasarela de 53 metros de largo y que pesaba 950 toneladas. Precisamente el puente estaba diseñado para resistir huracanes de categoría cinco, la máxima.
El derrumbe del puente atrapó a cerca de una decena de automóviles bajo los escombros de hormigón del puente situado en el suburbio de Sweetwater, donde se encuentran varios edificios que albergan a unos 4.000 estudiantes de la FIU.
El puente, que ni siquiera se había inaugurado, se construyó para hacer más seguro el paso después del atropello de una estudiante el pasado verano.
El tramo que se vino abajo fue construido en otro lugar y colocado en apenas seis horas. Sin embargo, fue avalado por la propia universidad y presumía de ser un modelo de vanguardia.
Se desconocen las causas del desplome pero justo antes lo habían sometido a pruebas para comprobar su resistencia.
Ahora investigan a las empresas que participan en su construcción porque fueron denunciadas en anteriores proyectos por prácticas poco seguras.
