Miles de personas se reunieron hoy en las inmediaciones del World Trade Center de Nueva York para rendir tributo a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre (11-S) de 2001 en el decimoséptimo aniversario de la tragedia.
La Gran Manzana recordó el 11-S con una emotiva ceremonia en la que familiares de los fallecidos leyeron los nombres de las casi 3.000 personas que perdieron la vida en los ataques de aquel día. A los pocos minutos de arrancar el acto, a las 8.46 hora local (12.46 GMT), los asistentes guardaron un primer minuto de silencio para recordar el momento exacto en el que el primer avión golpeó las Torres Gemelas.
Junto a las familias, numerosas autoridades estaban presentes en la ceremonia, incluidos el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y el gobernador del estado, Andrew Cuomo. Además, pudo verse entre otros a los exalcaldes neoyorquinos Rudy Giuliani y Michael Bloomberg, o a la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, muy emocionada.
La ciudad, envuelta en una densa niebla, mantenía hoy las banderas a media asta y muchas iglesias hacían repicar sus campanas durante los momentos de silencio fijados en recuerdo de los ataques.
Mucho ha cambiado esta Zona Cero desde aquel fatídico día, pero siempre será el lugar más especial de Nueva York, tal y como confiesan quienes cada día pasan por allí y las familias de las víctimas.
El corresponsal en Estados Unidos de Antena 3 Noticias, José Ángel Abad, ha estado con la familia de una víctima, para quienes no han pasado 17 años y quienes todavía siguen teniendo un agujero negro en su corazón.
A las 6 de la mañana, como cada 11-S, los padres de David Lemagne han salido de su casa para estar donde estuvo su hijo en sus últimos momentos. Lemagne era un agente de Policía que acudió a ayudar tras el ataque y murió allí.
Su padre confiesa que en este día siente un conjunto de emociones agridulces: "De momento nos reímos, de momento lloramos", confiesa.
Quienes pasan cerca de la Zona Cero aseguran que es un lugar con demasiados sentimientos y tienen claro que todo el mundo siente dolor por lo que pasó en ese lugar.